La transistividad es un términ de nivel semántico. Morfológicamente los verbos se dividen en transitivos e intransitivos según tengan complemento directo o no. Pero no es suficiente dividirse sólo con la forma, porque hay casos en que no se puede juzgar.
Parece que no hay sólo dos grados de verbos sino hay varios grados según la estructura semántica que lleva cada verbo. Para aclarar estos grados es conveniente considerar otros elementos semánticos: papeles semánticos de complemento (Agente, Paciente, Lugar), especificaciones semánticas de complemento ([±Animado], [±Voluntad]) y tipos semánticos de verbo ([±Activo], [±Perfectivo], etc.).
Con estos elementos se aclara la graduación de la transitividad que lleva cada verbo. Según la transitividad cada verbo lleva su sujeto como Agente o Paciente. No hay una división clara entre los verbos transitivos e intransitivos ni entre la voz activa y la voz pasiva. Hay una continuidad sintáctica y semántica.