Enfermedad de Chagas: Una enfermedad desatendida pero una realidad en México

Resumen

A más de cien años de ser descubierta, la enfermedad de Chagas o tripanosomiasis americana,  es una enfermedad causad a por el parásito protozoario Trypanosoma cruzi y es una enfermedad potencialmente mortal. Se calcula que en el mundo hay entre 6 y 7 millones de personas infectadas por el parásito. La enfermedad de Chagas se encuentra sobre todo en zonas endémicas de 21 países de América Latina, donde se transmite a los seres humanos principalmente por las heces u orina de insectos triatomíneos conocidos como vinchucas, chinches u otros nombres dependiendo de la zona geográfica.

Los movimientos poblacionales han modificado el perfil epidemiológico de esta enfermedad y la han convertido en un riesgo mundial, especialmente en bancos de sangre donde los índices de contaminación varían entre 3 y 53%, y está considerada como una enfermedad emergente en países no endémicos.

El principal mecanismo de transmisión de la enfermedad de Chagas en zonas endémicas es mediante un insecto que posee al parásito conocida como vía vectorial (80% de los casos), seguido por la transfusión sanguínea (principalmente en países no endémicos, de 3 % a 15% de los casos), por transmisión congénita de la madre al feto (0.5% a 5%) y, en menor medida, por trasplante de órganos, transmisión oral, sexual o accidentes de laboratorio.

Las manifestaciones clínicas de esta enfermedad se pueden presentar en dos fases: una fase aguda y una fase crónica; esta última puede ser asintomática o indeterminada y sintomática. La fase aguda se manifiesta en el 5 % de los infectados, con una duración de 2 a 3 semanas y ocasionalmente hasta cuatro meses; los síntomas inician alrededor de 10 días después de la infección y en los casos de transmisión. Por transfusión sanguínea aparece entre 20 y 40 días. La fase crónica asintomática o indeterminada, dura entre 5, 10 y hasta 20 años; no hay presencia de síntomas con parasitemia muy baja, por lo que los métodos serológicos son de elección para el diagnóstico; después de esta fase se presenta la fase crónica sintomática en la que 27%, desarrollan lesiones cardiacas, 6 % digestivas, principalmente en esófago y colon, y 3 % en el sistema nervioso periférico. En la fase crónica sintomática, el órgano más afectado es corazón, con alteración es en la contractilidad y conductibilidad con insuficiencia cardiaca progresiva y cardiomegalia; ésta es la causa de miocardiopatía infecciosa más frecuente del mundo.

La enfermedad de Chagas está asociada a múltiples factores sociales, ambientales y carenciales, en zonas endémicas algunos factores son el habitar en viviendas mal estructuradas y sin calidad principalmente en zonas rurales y suburbanas, carecer de recursos, residir en áreas de pobreza con inestabilidad social y económica, y muchas veces con altas tasas de migración. En zonas no endémicas generalmente el contagió se principalmente por transfusión sanguínea. Esta enfermedad, puede ser diagnosticada por microscopía, aislamiento del parásito, serología o técnicas moleculares dependiendo de la fas e por la cursa la enfermedad. Actualmente sólo existen dos antiparasitarios específicos aprobados para el tratamiento, que son el Benznidazol y el Nifurtimox; ambos son controlados por la Secretaría de Salud y no hay disponibilidad comercialmente en ningún país. Por otra parte, no existen vacunas disponibles; sin embargo, se pueden tomar precaución es para reducir el riesgo de infección, especialmente en países en los que la prevalencia de la enfermedad de Chagas es alta.

En México la enfermedad de Chagas es endémica de varias regiones pero aún los factores asociados a esta no son bien conocidos; en dos terceras partes del territorio existen las condiciones para que se lleve a cabo la transmisión vectorial con 39 especies de triatominos identificados, de las cuales en 21 de ellas se ha identificado la presencia de T. Cruzi. Diez especies en cinco géneros y dos tribus son conocidas en el estado de Veracruz como transmisoras del parásito; siendo Triatoma dimidiata (Latreille) la más común y ampliamente distribuida seguida de Triatoma gerstaeckeri (Stål). Los principales métodos de prevención en nuestro país están enfocados principalmente en el control vectorial, en el mejoramiento de la vivienda, el uso de mosquiteros y educación para la salud, sobre todo lo referente a la higiene de las viviendas para evitar la infestación y colonización de triatominos y en la interrupción de la transmisión, en especial la transmisión vectorial intradomiciliaria.

https://doi.org/10.25009/rmuv.2019.1.58
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