Golpes que arrebatan vida: de Israel a la Riviera Maya

Los signos de la violencia física, la que deja marcas en los cuerpos, de bombas, de balas, son fáciles de detectar, los medios de comunicación masiva suelen tener en estos signos su principal fuente de recursos facilitadores de “veracidad”, a eso se abocan los medios actuales, a construir o deconstruir la realidad, a escamotearla o a esconderla, no forzosamente porque así lo decidan, sino porque la historia de las violencias no se puede abarcar en cinco minutos de transmisión en vivo (con discursos pseudo-imparciales escuetos) por mucho que las imágenes sean fuertes; de modo que resultan lo que Jean Baudrillard llamó “escaparate, lugar geométrico donde el individuo ya no se refleja sino que se absorbe en la contemplación de los objetos/signos multiplicados” (2007: p.246) y donde las personas desaparecen como identidades y su lugar es tomado por los consumos, no, no hay la enajenación marxista en las imágenes-signo, no puede haberlo porque el individuo ha desaparecido.