SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.55 issue109Applying Appraisal Theory for the Interpretation of Experienced Researchers’ Interviews on Open Access author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Revista signos

On-line version ISSN 0718-0934

Rev. signos vol.55 no.109 Valparaíso Aug. 2022

http://dx.doi.org/10.4067/S0718-09342022000200454 

Artículos

Prototipicidad de sujetos en la variación dialectal del verbo ‘haber’

Subjects Prototipicity in Dialectal Variation of ‘Haber’

Sandra Arteaga Santos1 

Juliana De la Mora Gutiérrez2 

1Universidad Autónoma de Querétaro, México, sandra.arteaga.santos@gmail.com

2Universidad Autónoma de Querétaro, México, juliana.delamora@uaq.edu.mx

Resumen

La alternancia de ‘haber’ como verbo personal o impersonal está presente en todas las variantes del español (‘Hubieron’ problemas/‘había’ personas). Si bien los prescriptivistas defienden que ‘haber’ pertenece a la categoría de los verbos impersonales y debe conjugarse en singular, muchos estudios muestran su pluralización (DeMello, 1991; Gómez Molina, 2013). A tales efectos, se presenta un análisis de la pluralización de ‘haber’ en el español de la Ciudad de México y de La Habana a partir de los datos obtenidos en dos corpus sociolingüísticos. Se analizaron los factores lingüísticos y extralingüísticos que condicionan la variación de ‘haber’ acompañado de una FN en plural o singular-colectiva para determinar los patrones de uso en ambos dialectos y delimitar su estratificación social, así como para comprobar si aumenta la pluralización cuando la FN que acompaña al verbo parece un sujeto prototípico. Mientras que La Habana mostró un 47,2% de pluralización, la Ciudad de México alcanzó un 8,6%. Los factores estadísticamente significativos fueron la colectividad de la FN, que desfavorece la pluralización y la animacidad que la favorece. En la Ciudad de México, además, resultaron significativos el grado de instrucción y la edad. Por la frecuencia de pluralización entre los jóvenes y los adultos, así como por su mayor aparición entre los registros con bajo nivel de instrucción, puede hablarse de un cambio lingüístico en proceso de extensión que favorece el movimiento de la construcción acusativa (‘haber + OD’) hacia una intransitiva que parece conceptualizar la FN como sujeto de la construcción.

Palabras Clave: Español de Cuba; español de México; haber impersonal; pluralización; variación

Abstract

The alternation of the verb haber as a personal or impersonal form appears in all Spanish variants (‘Hubieron’ problemas / ‘había’ personas). While prescriptivists argue that haber belongs to impersonal constructions and must be conjugated in singular form, manifold investigations show its pluralization (DeMello, 1991; Gómez Molina, 2013). For that purpose, an analysis of the haber pluralization in both Mexican and Cuban Spanish is presented from the obtained data in two sociolinguistic corpora. The investigation’s aim is to analyze linguistic and extralinguistic factors that modify the haber conjugations when it co-occurs with a collective plural or singular noun phrase to determine the use patterns in both dialects, and to delimit its social stratification as well as to verify if pluralization increases when NP co-occurs with a verb which shows features of a prototypical subject. In La Habana pluralization reached 47.2% while in Ciudad de Mexico only 8.6%. The factors that resulted statistically significant were the NP’s collectivity which disfavors pluralization and the animacy that favors it. Moreover, in Ciudad de Mexico the education level and age proved to be significant. Due to the pluralization frequency among youth and adults, as well as its greater use among those with a low-level education, it could be interpreted as a change in progress that encourages the displacement of the accusative construction (‘haber + OD’) to an intransitive one which conceptualizes the noun as the subject of the sentence.

Key Words: Cuban Spanish; Mexican Spanish; impersonal ‘haber’; pluralization; variation

Introducción

La alternancia de ‘haber’ como verbo personal o impersonal está presente en todas las variantes del español. Si bien los prescriptivistas indican que el verbo ‘haber’ pertenece a la categoría de los verbos impersonales y debe conjugarse en tercera persona del singular (1), muchas de las investigaciones realizadas han confirmado el incremento de la forma pluralizada (2) (DeMello, 1991; Gómez Molina, 2013; Claes, 2014a) y han demostrado su presencia en diferentes zonas geográficas:

  1. ¿cómo me gustaría?, pues igual que no ‘hubiera’ hombres mujeriegos, ¿no? (ME-307-11M-07)

  2. y se velaba por la higiene del reparto, claro, se podía porque era más chiquito y ‘habían’ menos fabricaciones (LHAB_H1C_028).

Nuestro trabajo examina la situación actual de la pluralización en dos variedades del español que en estudios previos han mostrado índices muy diferentes para este fenómeno en específico (DeMello, 1991; Claes, 2016; Lastra & Martín Butragueño, 2016). Se mide la influencia de un número de variables lingüísticas y sociales en la alternancia plural/singular del verbo ‘haber’, en las muestras de La Habana y de la Ciudad de México incluidas en el corpus del Proyecto Sociolingüístico para el Estudio del Español de España y de América (PRESEEA). Se contabilizan y analizan las diferentes formas en que se encuentra el verbo ‘haber’ y se comparan las variables que intervienen en la aparición de la forma pluralizada. De ahí que sea una investigación de carácter cuantitativo-descriptivo que busque distinguir cuáles son los factores lingüísticos y extralingüísticos que motivan la aparición de ‘haber’ pluralizado y determinar cómo está estratificado socialmente el fenómeno. Nuestras hipótesis son que los factores lingüísticos influyen en mayor medida, principalmente el tiempo copretérito de indicativo y la animacidad de la FN que lo acompaña y que las FN que tienden a favorecer la concordancia son aquellas que se asocian canónicamente con la función de sujeto.

A continuación, se presentan y discuten las diferentes posturas frente a la clasificación del verbo haber, así como los posibles argumentos que identificarían estas construcciones como existenciales o acusativas. Posteriormente, se hace un recorrido por los diferentes acercamientos que ha tenido la variación de la pluralización y los posibles factores que pueden favorecerla. Luego se presenta la metodología de trabajo, en la que quedan especificadas las características de nuestra muestra, así como las variables incluidas en nuestro análisis. El apartado 4. Resultados y análisis muestra un análisis variacionista de los factores lingüísticos y extralingüísticos a partir del empleo del programa de análisis multivariable Goldvarb (Sankoff, Tagliamonte & Smith, 2005). Así como un análisis de las FN que cuenta con rasgos de sujeto. Por último, a modo de consideraciones finales se resumen las tendencias halladas, compartidas por ambos dialectos.

1. Verbo haber ¿Impersonal?

Ciertamente, mucho se ha escrito sobre la pluralización de ‘haber’ pero, si analizamos los diferentes acercamientos, encontramos que las posiciones teóricas difieren. En un extremo se ubicarían los investigadores tradicionalistas quienes, desde un enfoque prescriptivo, promulgan el uso canónico del verbo (transitivo); mientras que, en el otro, podríamos encontrar a los funcionalistas (Kany, 1969; Luque Moreno, 1978), que consideran la FN que acompaña al verbo como el sujeto de la construcción.

Indudablemente ‘haber’ es un verbo complejo desde el punto de vista semántico y sintáctico, debido a todos los cambios sufridos a lo largo de la historia de la lengua. Habere en su versión latina tardía, marcaba posesión y era transitivo (‘haber + acusativo’) (Gómez Molina, 2013) y, paralelamente, fue adquiriendo el significado de existencia, junto con esse. Por su parte, tenere, por extensión de su propio significado, abarcó el territorio de la posesión y habere quedó como verbo de estado, reducido a su uso existencial. Según Lapesa (1981), la división de usos entre aver y ‘tener’ corresponde al período clásico: los dos verbos habían sido utilizados como transitivos con significados de posesión o propiedad. A inicios del Siglo de Oro, ambos verbos funcionaban como sinónimos, pero, poco después, la decadencia de aver transitivo fue evidente y su uso quedó reducido al papel de auxiliar. Hernández (2006) indica que el valor posesivo de ‘haber’ quedó desplazado por su carácter existencial que lo convirtió en un verbo de estado, indicador de existencia, situación o acaecimiento. En el latín vulgar es posible encontrar:

“construcciones ‘haber + acusativo’ con significado existencial sin sujeto explícito y, en español antiguo y medieval, el locativo ‘y/i’ aparecía con todos los tiempos de ‘haber’” (Gómez Molina, 2013: 258).

Según Fernández y Táboas (2000) el locativo funcionaría como sujeto lógico de la construcción impersonal, debido a que de él se predica la existencia de algo.

Si seguimos la propuesta de Perlmutter (1978) es posible clasificar los verbos intransitivos en dos grupos: los inergativos, que son aquellos predicados con actos volitivos y participante agentivo que concuerda con el verbo; y los inacusativos que cuentan con una sola FN (experimentante o tema) que es acusativa desde lo semántico pero que formalmente es un sujeto que concuerda con el verbo. Es decir, estamos ante una ruptura entre la forma y el significado: desde lo semántico la FN es paciente, desde lo sintáctico es sujeto. Desde esta óptica, el verbo ‘haber’, con su valor existencial, es un ejemplo de este tipo de escisión (Hernández, 2006).

Aunque es cierto que existen argumentos para clasificar la FN como OD (cuando se sustituye el OD por un pronombre, se emplean las formas ‘lo’, ‘la’, ‘los’, ‘las’ que nunca pueden ser usadas como sujetos; sigue el orden lineal de construcción de los elementos oracionales: VO (verbo + objeto), etc.( , sus características semánticas, unidas a las del verbo en cuestión, hacen que no se interprete como tal. Evidentemente hay rasgos de acusatividad en la FN, pero la reinterpretación que hacen los hablantes al concordarla provoca que funcione como sujeto de estado o localizado en un espacio. Todo lo anterior se refuerza debido a la tendencia que muestra el español a interpretar como sujeto de la construcción la FN de los verbos que rigen solo una.

Si bien el fenómeno de la personalización/impersonalización del verbo ‘haber’ es evidencia de un cambio diacrónico que ha venido modificando al verbo, desde la perspectiva de los estudios variacionistas esta construcción y sus usos impersonales/existenciales continúa siendo muestra de un cambio en proceso. La construcción más innovadora es la intransitiva-existencial (D’Aquino, 2004). Hernández (2006), para explicar el paso de la construcción impersonal a la más innovadora (intransitiva-existencial), sugiere las siguientes etapas de cambio: 1) Innovación agazapada: la concordancia recae sobre un verbo auxiliar y no sobre el verbo ‘haber’ en sí mismo; 2) Innovación de alternación menor: casos de concordancia que conllevan cambios mínimos en la forma verbal de ‘haber’ (-‘n’ a la tercera persona de singular: ‘habrían’); 3) Innovación de alternación mayor: la concordancia se extiende a aquellos tiempos verbales en los que la diferencia entre la tercera persona de singular y la tercera persona de plural es más marcada (‘hubo/hubieron’); y 4) Innovación extrema: no existe una forma de plural en el sistema, pero la concordancia se extiende al presente simple con la aparición de formas de plural para ‘hay’ (‘haen’ o ‘hayn’).

Lo anterior viene a describir los hallazgos de muchos de los investigadores en el tema de la pluralización de ‘haber’. Ciertamente los pasos 1, 2 y 3 se reportan en casi todas las variantes en las que se ha analizado el fenómeno, mientras que la innovación extrema solo ha sido reportada por Kany (1969) para Argentina, por Montes Giraldo (1982) para Manzanares, Colombia y por Claes (2016) para La Habana, Cuba.

2. Algunas aproximaciones previas

El número de investigaciones que abordan el fenómeno de la pluralización del verbo ‘haber’ es prueba irrefutable del interés que provoca este caso de variación gramatical entre los lingüistas. Una de las investigaciones más abarcadoras, además de la de Kany (1951), es la llevada a cabo por DeMello (1991), quien trabajó con el español hablado culto de once ciudades de Hispanoamérica y concluyó que el fenómeno se encontraba bastante extendido, aunque la frecuencia de uso variaba considerablemente de un país a otro y no encontraba ejemplos en el español peninsular. Justamente por su extensión en la norma culta en muchos dialectos, ya no es posible afirmar que sea un fenómeno exclusivo del habla coloquial o inculta y, por tanto, forma parte del español contemporáneo de algunas variantes dialectales y debería ser reconocido en sus descripciones.

Casi todas las variantes del español cuentan con algún estudio sobre el fenómeno, algunas con más que otras. Quintanilla-Aguilar (2009) analiza la variante salvadoreña; Rivas y Brown (2012), Izquierdo (2015) y Claes (2014b) estudian la puertorriqueña; así como D’Aquino (2004, 2008), Domínguez, Guzmán, Pabón y Vilaín (1998) y Freites (2004, 2008) se dedican a la variante de Venezuela. Díaz-Campos (1999), por su parte, realiza un estudio comparativo entre el español de Santiago de Chile y el caraqueño. Aunque algunos lingüistas han indicado que el uso de ‘haber’ pluralizado es exclusivamente hispanoamericano, los estudios más recientes muestran que también es posible encontrarlo al otro lado del Atlántico (Pérez Martín 2007; Gómez Molina, 2013; Pato, 2016; Blas Arroyo, 2018; Bouzouita & Pato, 2019). Blas Arroyo (2018) analiza la pluralización de ‘haber’ en español y en catalán en comunidades de habla al este de España y afirma que una de las posibles causas de su difusión podría ser la convergencia lingüística que existe entre estas lenguas. Sin embargo, Bouzouita y Pato (2016), así como Pato (2016), al analizar el español rural, concluyen que sí es posible encontrarla entre los hablantes españoles y no exclusivamente dentro de las zonas de influencia del catalán.

Si bien no todos los estudios coinciden en cuáles son las variables que condicionan la concordancia, sí es posible notar que tanto el factor [+humano], el tiempo verbal copretérito y, en algunos casos, los cuantificadores son algunos factores que se han mostrado como favorecedores para la pluralización.

En cuanto a las variables extralingüísticas, aunque tampoco hay unanimidad, también se observa una tendencia en los datos a marcar a los hablantes más jóvenes y al grupo socioeconómico o de instrucción bajo como los impulsores del cambio lingüístico.

En cuanto al español hablado en La Habana, no existen muchas aproximaciones al tema, aunque se recoge una que otra opinión entre los lingüistas de la isla. Claes quien se ha dedicado a estudiar el fenómeno en las Antillas, le dedica un artículo (Claes, 2016) y un segmento de su tesis doctoral (Claes, 2014a). En el trabajo de 2016, Claes −desde la perspectiva de la Gramática de Construcciones de Goldberg (1995)− propone que estamos ante un fenómeno lingüístico en marcha desde abajo y resuelve que la posición del referente del SN en la cadena de acciones, la polaridad positiva de la oración y el priming son los factores que favorecen la pluralización.

El español hablado en México cuenta con pocos estudios recientes; tanto DeMello (1991) como Bentivoglio y Sedano (1989) trabajaron con muestras que hoy tienen más de 40 años. Lope Blanch (1993) indica que es un fenómeno muy general en el español mexicano de cualquier nivel, aunque no ofrece datos que corroboren sus descripciones. Castillo-Trelles (2007), quien trabajó con una muestra del español yucateco, reporta un 53% de pluralización. Por su parte, Lastra y Martín Butragueño (2016) de los 561 casos encontrados en el CSCM, obtuvieron un 8,4% pluralizado. Los factores significativos que encontraron fueron: el nivel de estudios, la edad, el género y la definitud del argumento.

Por las similitudes que pudiera traer trabajar el mismo fenómeno con el mismo corpus, creemos que se hace necesario aclarar algunas diferencias entre el análisis de Lastra y Martín Butragueño (2016) y el nuestro. En su artículo, estos autores trabajaron con 15 factores lingüísticos y 3 extralingüísticos. Aunque nuestros estudios han tenido en cuenta factores similares, basándonos en parte en lo que ya habían encontrado, creímos pertinente reajustar algunas variables y trabajar únicamente con 6 de ellas. Lastra y Martín Butragueño (2016) reportaron cuatro factores estadísticamente significativos: tres externos y uno interno, la definitud del argumento (presentado por la dicotomía definido/indefinido). En nuestro estudio, hemos reducido la cantidad de variables lingüísticas a 6 y hemos reconfigurado algunas de estas. En el caso de la ‘definitud de la FN’, creemos que podría ofrecer datos más reveladores si la variante de los indefinidos se subdivide en indefinido-determinado e indefinido-escueto. Con ello se buscaba conocer si efectivamente las FN más cercanas al prototipo de sujeto (definidos e indefinidos determinados) favorecen más la pluralización. En cuanto a la variable ‘marcas de pluralidad’, los autores citados incluyeron ‘N escuetos’, ‘N adjuntos’ y ‘colectivos’; mientras que en nuestro caso se decidió separar la colectividad como variable independiente para medir si el significado plural contenido en estas frases es suficiente para que se pluralice. Otra diferencia entre las variables de los estudios está en el tiempo verbal; Lastra y Martín Butragueño (2016) decidieron reagruparlos en tres grupos (copretérito, pretérito y resto de los casos) para el análisis estadístico. Por nuestra parte, decidimos presentar por separado cada uno de los tiempos verbales que presentaron variación. A continuación, quedan explicadas cada una de las variables que se tuvieron en cuenta para nuestro estudio.

3. Selección de la muestra y metodología

La presente investigación trabaja con las muestras de habla de La Habana y de la Ciudad de México incluidas en el “Proyecto para el Estudio Sociolingüístico del Español de España y de América”. La selección de la muestra se sustenta en dos argumentos principales: la variedad geográfica y los porcentajes reportados por DeMello (1991). Por una parte, las dos ciudades pertenecen a variedades de habla marcadamente diferentes; La Habana se inserta dentro del ‘español caribeño’ o ‘antillano’; mientras que la Ciudad de México se integra al grupo de variedades del ‘español continental’, de acuerdo con las diferentes clasificaciones que se han hecho (Henríquez Ureña, 1921; Canfield, 1962; Rona, 1964; Armas & Céspedes, 1977). Por otra parte, DeMello (1991) en la descripción que hace del fenómeno, sitúa La Habana y la Ciudad de México entre los lugares con medio y bajo porcentaje de pluralización. Precisamente porque este estudio trabaja con una muestra de más de 40 años de antigüedad -además de ser el único que se ha podido encontrar que analice las dos ciudades en cuestión- es que pensamos que un nuevo análisis, en una muestra actualizada de hablantes de ambas ciudades, puede arrojar luces sobre el estatus actual del fenómeno.

Se utilizaron 108 entrevistas de la variante mexicana y 107 de la habanera, estratificadas según los lineamientos del proyecto: tres niveles de instrucción (alto, medio y bajo) y tres grupos generacionales (20-34 años, 35-54 años y ≥55 años) de ambos sexos.

Se extrajeron las estructuras en las que el verbo ‘haber’ presenta como argumento una frase nominal (FN) plural o singular colectiva. Se tuvieron en cuenta, únicamente, las estructuras producidas por los informantes y se excluyeron las construcciones perifrásticas de ‘haber que + verbo’, así como aquellos ejemplos donde la falta de contexto impedía recuperar el referente, o aquellos donde quedaba incompleta la emisión. Además, fue necesario excluir algunos tiempos verbales que no presentaron variación. Para la codificación de los datos hemos seguido la metodología propuesta por Gómez Molina (2013) para PRESEEA. No obstante, y luego de una detenida observación, se prefirió realizar algunos ajustes que nos permitieran adaptarla a los objetivos de esta investigación.

3.1. Factores extralingüísticos

Las variables extralingüísticas consideradas en este trabajo son las propias del corpus sociolingüístico: sexo -hombres y mujeres-, edad -jóvenes (20-34 años), adultos (35-54 años) y mayores (≥55 años)- y grado de instrucción -bajo, medio y alto-. La inclusión de estas variables en nuestro análisis parte de la necesidad de conocer cómo está estratificada la pluralización para intentar determinar el estatus del fenómeno.

3.2. Factores lingüísticos1

  1. Número gramatical de ‘haber’ (variable dependiente): a) singular y b) plural.

  2. Tiempo verbal: a) presente, b) copretérito, c) pretérito, d) futuro, e) pospretérito, f) antepresente g) antepretérito, h) antecopretérito, i) antefuturo, j) antepospretérito. Se codificaron todos los tiempos existentes en el corpus con la intención de conocer la frecuencia de uso de los distintos tiempos verbales y la distribución del fenómeno en cada uno de ellos. No aparecieron ejemplos de variación en presente ni en pospretérito de indicativo por lo que fueron excluidos del análisis.

  3. Animacidad de la FN: a) humano, b) no humano. Muchos son los estudios que han hallado una relación entre la animacidad de la FN y la pluralización de ‘haber’ (Bentivoglio & Sedano, 1989; DeMello, 1991). Dentro de la categoría de [+humano] se tuvieron en cuenta solo los referentes puramente humanos. El resto entró en la categoría de [-humano] incluidos los ejemplos de animales.

  4. Definitud de la FN: a) definido, b) indefinido-determinado, c) indefinido-escueto. De acuerdo con Givón (1995), los sujetos gramaticales suelen ser definidos, mientras que los objetos directos, indefinidos. Con la inclusión de esta variable se buscaba conocer si, en efecto, la categoría, de los definidos e indefinidos-determinados favorecería más la pluralización sobre los indefinidos-escuetos, al ser los primeros lo más cercanos a un sujeto prototípico.

  5. Colectividad: a) colectivo o b) no colectivo. Al incluir esta variable se intentó determinar si la idea de multiplicidad que encierran las frases colectivas pudiera ser suficiente para que se pluralice el verbo.

  6. Posición de la FN respecto de ‘haber’: a) antepuesta, b) pospuesta o c) elidida. El análisis de la posición de la FN se incluye para determinar si una posición preverbal, más asociada con la posición de un sujeto prototípico, puede favorecer la pluralización.

4. Resultados y análisis

Al concluir el proceso de extracción y codificación de los datos se contabilizaron 1373 apariciones de ‘haber +FN plural o colectiva’. Luego de su depuración -fueron eliminados los presentes y pospretéritos por no presentar variación- se trabajó con 318 ejemplos del español de la Habana y 533 ejemplos del español de México, que se muestran en la Tabla 1.

Tabla 1 Resultados obtenidos por dialectos para la pluralización de ‘haber’. 

Dialecto Total de ejemplos Frecuencia de formas pluralizadas y porcentaje Frecuencia de formas no pluralizadas y porcentaje
La Habana 318 150 (47,2%) 168 (52,8%)
México 533 46 (8,6%) 487 (91,4%)

χ2 (1, N=851) =166.87 p<.05

De las construcciones encontradas en La Habana, el 47,2% aparece pluralizado, mientras que solo el 8,6% de las encontradas en México lo están. La Tabla 2 resume, en frecuencias y porcentajes de pluralización, los resultados obtenidos para cada una de las variables analizadas.

Tabla 2 Distribución de las formas pluralizadas en La Habana y Ciudad de México según los factores internos y externos. 

La Habana México
Grupo factor Frecuencia % Frecuencia %
  Significancia=.034 Significancia =.028
Sexo
Hombres 94/192 49.0 29/345 8.4
Mujeres 56/126 44.4 17/188 9.0
Grado de instrucción
Bajo 57/113 50.4 28/172 16.3
Medio 44/99 44.4 9/169 5.3
Alto 49/106 46.2 9/192 4.7
Edad
Jóvenes 45/92 48.9 9/120 7.5
Adultos 48/10 47.5 25/197 12.7
Mayores 57/125 45.6 12/216 5.6
Tiempo verbal
Presente 21/59 35.6 10/58 17.2
Copretérito 89/168 53.0 31/362 8.6
Pretérito 18/44 40.9 3/76 3.9
Antepresente 22/47 46.8 2/37 5.4
Animacidad de la FN
[+humano] 47/86 54.7 17/156 10.9
[-humano] 103/232 44.4 29/377 7.7
Definitud de la FN
Definido 31/59 52.5 13/83 15.7
Indefinido con marca 28/58 48.3 11/142 7.7
Indefinido sin marca 91/201 45.3 22/308 7.1
Colectividad
Colectivo 5/20 25.0 1/55 1.8
No colectivo 145/298 48.7 45/478 9.4
Posición de la FN
Antepuesta 26/47 55.3 4/34 11.8
Pospuesta 117/259 45.2 40/474 8.4
FN elidida 7/12 58.3 2/25 8.0

4.1. Factores lingüísticos

El estudio de las variables lingüísticas permite hallar tendencias compartidas o similares entre los dialectos. Si bien no todos los factores lingüísticos se comportan de igual manera en las variedades analizadas, las que podrían ser mejores evidencias de un cambio lingüístico (posición, definitud y animacidad de la FN) sí parecen coincidir.

4.1.1. Tiempo verbal

Muchas son las investigaciones, a través de diferentes codificaciones de la variable tiempo, que concuerdan en que el copretérito ‘habían’ es una de las formas más pluralizadas (Quintanilla-Aguilar, 2009; Gómez Molina, 2013). En el caso de la muestra habanera de nuestra investigación, la mayor cantidad de pluralizaciones quedan concentradas en los tiempos del pasado, el copretérito es más concordado con un 53%, mientras que el presente es el que aparece con resultados más bajos. Coincidimos con D’Aquino (2004: 19) en que la forma concordada del pretérito: “suele ser relacionada con el nivel socioeconómico bajo, por lo que los hablantes podrían estar influenciados por esta especie de estigma que parece pesar sobre dicha forma verbal”, de ahí que esta forma no suela presentar altos porcentajes de pluralización. La variedad mexicana obtiene su porcentaje mayor en el presente con un 17,2%2, seguido por el copretérito con un 8,6%, y el tiempo que menos pluraliza es el pretérito.

Una de nuestras hipótesis ha sido que el tiempo en donde se concentra la mayor cantidad de pluralizaciones es el copretérito debido a la confluencia de ciertas características. Primeramente, junto con el resto de los tiempos simples (con excepción del pretérito) sufre cambios mínimos en su forma y, además, su forma plural, a diferencia del presente, existe en el paradigma verbal. Para poder conocer si verdaderamente se cumple nuestra hipótesis, es necesario analizar la variable tiempo desde adentro; es decir, tomar en cuenta solamente la cantidad de verbos pluralizados para hallar los porcentajes que obtiene cada tiempo al interior de la pluralización. En el Gráfico 1, se muestran los resultados que obtuvo cada variedad.

Gráfico 1 Porcentaje de pluralización por tiempos verbales. 

El estatus del fenómeno, según la cantidad de ejemplos encontrados en el corpus, muestra estadios diferentes en cada variedad. El análisis al interior de la categoría permite ver el comportamiento de la pluralización desde lo puramente lingüístico, sin que entre a jugar la extensión social que tiene el fenómeno. El uso de ‘haber’ concordado no se extiende por igual ni por todas las regiones, ni por todas las formas del paradigma. Hemos podido confirmar con nuestros resultados que en ambos dialectos el copretérito es el tiempo verbal que reúne la mayor cantidad de ejemplos concordados: en La Habana llega a un 52,8% y en la ciudad de México a un 67,9%, mientras que el pretérito, por ejemplo, presenta porcentajes mucho más bajos (13,8% y 14,3% respectivamente).

Ciertamente la correlación entre variables lingüísticas que favorecen las lecturas de sujeto para la FN son las que impulsan en mayor medida la pluralización del verbo, así como la función comunicativa que puede tener cada uno de estos tiempos, pero, si atendemos a la forma, también hay características que pueden favorecer o desfavorecer la expansión del fenómeno. Si retomamos las etapas de cambio propuestas por Hernández (2006) podemos decir que ambos dialectos se encuentran en la etapa tres. La primera de ellas, la innovación agazapada, es evidente cuando encontramos que son las perífrasis verbales las que muestran mayores índices de pluralización en nuestras muestras (Arteaga Santos, 2017). La segunda etapa, la innovación de alternancia menor, también ha sido alcanzada plenamente: son precisamente los tiempos que solo sufren cambios mínimos en su forma los que reúnen la mayor cantidad de ejemplos que concuerdan con la FN en plural: en primer lugar, estaría el copretérito (3), seguido por el antepresente.

  1. pero cada vez que (…) salíamos a este/ ‘habían’ hartos chamaquitos allá también de los vecinos (ME-191-13M-01)

Nuestros resultados también comprueban el arribo a la tercera etapa, la innovación de alternancia mayor; se reportaron ejemplos, aunque en una medida muy inferior, de variación en el pretérito (la alternancia ‘hubo’/‘hubieron’) (4) y en la primera persona del plural, con la inclusión del hablante en la predicación (5).

  1. fíjate si ‘hubieron’ testigos//que al viejo no lo metieron preso (LHAB_M32_071)

  2. pues yo creo que gente que nos dedicamos a la jardinería/‘habemos’ muchos (ME-055-32M-99)

Ejemplos que como el (5) ilustran la inclusión del hablante y que concuerden no solo en número sino también en la persona verbal, solo se pudieron encontrar seis; dos en tiempo presente de indicativo y cuatro en copretérito; todos pertenecen a la variante mexicana, y están distribuidos entre los tres grados de instrucción, las tres edades y los dos sexos.

No se encontraron ejemplos de “innovación extrema” en ninguno de los dialectos estudiados, no pudimos documentar formas de plural para ‘hay’ (‘haen’ o ‘hayn’).

4.1.2. Animacidad de la FN

La variable animacidad, que se relaciona con el rasgo [+humano]/[-humano] de la FN que acompaña a ‘haber’, ha sido un factor importante dentro de todos los trabajos que se han acercado al tema. Muchos autores encontraron que resulta una variable si no determinante, al menos muy significativa para la pluralización del verbo (Bentivoglio & Sedano, 1989; DeMello, 1991; Domínguez et al., 1998; Pato, 2016). Otros, aunque la han tomado en cuenta en la clasificación de la matriz de sus datos, no han obtenido resultados positivos que propicien la concordancia del verbo con la FN (D’Aquino, 2004; Quintanilla-Aguilar, 2009). En nuestra investigación, los datos coinciden con aquellos trabajos donde sí ha sido una variable significativa. En ambos dialectos si la FN es [+humano] aumentan las probabilidades de que se reinterprete como sujeto y que concuerde con ‘haber’ pluralizado. En el caso de La Habana, cuando la FN es [+humano], se pluraliza el 54,7% de las veces, mientras que en México el 10,9%. En ejemplos como (6), la FN es reinterpretada por el hablante hacia la función de sujeto del verbo y aparece, entonces, concordado. En el caso de las FFNN [-humano], en La Habana el 55,6% aparece en la variante impersonal y un 92,3% en la Ciudad de México (7). Dentro de la categoría [-humano] quedaron incluido los animales (8) y las plantas, por ejemplo, que tienen mayor agentividad que un sustantivo como ‘pleitos’. Estos ejemplos aparecieron con el verbo pluralizado. Pensamos que, para futuras investigaciones, valdría la pena especificar aún más la categoría, diferenciando los seres vivos de los humanos y las cosas.

  1. bueno/en estos momentos ‘hubieron’ personas que/no los tengo como enemigos porque yo enemigos no puedo tener (LHAB_M22_056)

  2. nunca ‘habían’ pleitos/que es una de las cosas fundamentales siempre hubo respeto entre todos (ME-298-13H-07)

  3. no al lado de mi casa sí ‘habían’ gatos pero no no tenía nunca tuve nada que ver con ellos (LHAB_H11_0)

Además, el número de FFNN [-humano] que acompañan al verbo es muy superior en ambos corpus (La Habana 232/318; México 377/533). Por lo que podríamos especular que, seguramente, si el número de FFNN [+humano] fuera mayor, se observaría un incremento en la pluralización, especialmente en el caso de la ciudad de México en el que las FFNN [+humano] son muy muy pocas.

4.1.3. Posición de la frase nominal

El orden no marcado de los constituyentes de la oración en español es SVO; sin embargo, la alineación depende mucho del tipo de verbo. En nuestro caso, el verbo ‘haber’ visto como intransitivo, suele presentar el mismo orden VS que otros verbos de este tipo (‘Existen causas más justas’; ‘Abundan los problemas en esta zona’). Esta es la disposición más frecuente en nuestras muestras de habla. La Habana tuvo 259 ejemplos de construcción V+FN (8), 47 con FN +V y solo 12 con la FN elidida (9). En México sucedió de manera similar, aunque aumentó la cantidad de elisiones; 459 de V+FN (10), 40 con FN elidida y 34 que siguieron el orden FN+V.

  1. ya cuando quería regresar así como que pues ya ‘habían’ muchos problemas (ME-305-11H-07)

  2. dicen/según ellos/muchos testigos ‘habían’ allá adentro pero/el otro hermano quería echar eso para alante pero le dije para qué (LHAB_M31_036)

  3. ‘hubieron’ bastantes (ciclones)/pero para acá no vino ninguno (LHAB_M31_036)

Según Gómez Molina (2013) la anteposición de la FN podría favorecer la pluralización del verbo. Los datos de nuestra investigación parecen corroborar esta hipótesis. Si dejamos fuera aquellas construcciones donde aparece la FN elidida y que, por tanto, no podemos posicionar, en ambos dialectos la ubicación que favoreció en mayor medida la pluralización fue la antepuesta. La Habana pluralizó el 55,3% de las veces en que la FN aparecía primero y un 45,2% cuando aparecía pospuesta. En México la tendencia es la misma pero con porcentajes muy inferiores, las FFNN antepuestas aparecieron concordadas el 11,8% de las veces, mientras que las pospuestas solo un 8,3%.

La posición de la FN entonces puede mostrar dos posibles interpretaciones no excluyentes entre sí. Visto como verbo transitivo, el argumento debe ir pospuesto al verbo y no habría concordancia. Sin embargo, visto como verbo existencial la construcción más común es también con la FN pospuesta (entendida como sujeto), como sucede con el resto de los verbos existenciales y que con el verbo ‘haber’, como se ha visto, se pluraliza. El hecho de que la anteposición de la FN favorezca en mayor medida la pluralización muestra que, en efecto, cuando la FN se acerca más a las características de un sujeto, en este caso su posición prototípica en el español (antepuesto al verbo), las posibilidades de concordancia aumentan.

4.1.4. Definitud

De acuerdo con la NGLE (Real Academia Española & Asociación de Academias Americanas, 2009) los predicados presentativos o existenciales, entre los que ‘haber’ es un ejemplo prototípico, presentan complementos o sujetos indeterminados la mayor parte de las veces, aunque la NGLE reconoce una serie de excepciones para el uso de construcciones determinadas. La mayoría de las investigaciones que han trabajado con la variable lo han hecho a través de la dicotomía definido/indefinido. En nuestra investigación se decidió ampliar esta clasificación; las construcciones indefinidas quedaron divididas en indefinidas-determinadas (artículos indefinidos) e indefinidas-escuetas (ningún determinante) y se respetó la clasificación para las definidas (artículos, adjetivos demostrativos, posesivos, numerales), así quedó en una escala de tres, que nos permitía analizar mejor la variable.

Si bien la mayor cantidad de FFNN definidas encontradas corresponden a construcciones cuantitativas y relativas, nuestros resultados contradicen la idea de Fernández y Táboas (2000) quien afirma que el argumento único de ‘haber’ es indefinido, o solo admite FN con artículo indeterminado, precedido de numerales y cuantificadores [...] plurales sin determinante, cuantificadores negativos, nombres de materia en singular y sin determinante, sintagmas con ‘de’ de interpretación partitiva y relativas sin antecedente. Entre nuestros datos sí fue posible encontrar FFNN determinadas, como los ejemplos (11) y (12), donde aparecen con artículos definidos. En apariencia, el hablante utiliza este tipo de construcciones en contextos donde asume que la información codificada por la construcción ha sido lo suficientemente explicada y su interlocutor puede decodificarla como conocida; es decir, es consabida: no ha sido previamente mencionada en el discurso, pero se reconoce el referente.

  1. que fuera una familia que no te/que no se preocupara por los problemas/ los problemas siempre ‘van a haber’ (LHAB_H11_004)

  2. había temporadas que ‘habían’ los huesitos iban to-/ibas con tus compañeros a jugar huesitos (ME-312-12H-07)

Los datos obtenidos fueron similares para los dos dialectos. Las muestras de habla, como era de esperarse, presentaron mayor cantidad de frases indefinidas-escuetas. Estos resultados están en consonancia con el tipo de construcción que favorecen los verbos existenciales según la Academia. Ahora bien, en cuanto a la pluralización, pudimos comprobar que las FFNN definidas favorecen la pluralización. En La Habana el 52,5% de los ejemplos pluralizados aparecían con frases definidas, seguidas por las indefinidas-determinadas (48,3%) y por último las indefinidas-escuetas (45,3%). Como se ve en el Gráfico 2, México siguió el mismo patrón; las definidas favorecen el doble (15,7%) de las indefinidas-determinadas (7,7%) e indefinidas-escuetas (7,1%).

Gráfico 2 Definitud de las FFNN en La Habana y en la Ciudad de México. 

En español los sujetos gramaticales tienden a ser definidos (‘Las’ niñas estaban en la calle jugando/‘Unas’ niñas estaban en la calle jugando/*Niñas estaba en la calle jugando); por el contrario, los OD suelen ser indefinidos con mayor frecuencia que los sujetos. Los resultados obtenidos para la variable definitud refuerzan la idea de que los hablantes perciben esa FN definida más cercana a un sujeto prototípico, de ahí que sean estas construcciones y no las otras, las que favorezcan en mayor grado la pluralización.

4.1.5. Colectividad

Algunas FFNN que acompañan al verbo ‘haber’ pueden ser colectivas. Con la inclusión de esta variable se buscaba conocer si el contenido semántico plural de estas construcciones era suficiente para que el hablante intentara hacerlas concordar con el verbo. La división se estableció entre FFNN colectivas y no colectivas. Una vez clasificadas se dejaron fuera del análisis aquellos usos de sustantivos individuales que, en el discurso, funcionaban como colectivos (13); su exclusión fue necesaria debido a que se concuerdan en singular en todas sus apariciones.

  1. y aquí debió de haberse empezado en los años cuarenta/para que no ‘hubiera’ tantísimo/niño desprotegido como hay ahora (ME-278-23M-06)

Paralelamente, el colectivo ‘gente’ sí presentó variación, de ahí que se incluyera entre las FFNN aceptadas. El ejemplo (14) demuestra su uso colectivo con el verbo pluralizado, mientras que el (15) muestra la FN colectiva con el verbo ‘haber’ en singular.

  1. no sé si en algún momento ‘hayan habido’ tanta gente de acuerdo en ese tema (LHAB_H2A_038)

  2. entonces como siempre ‘ha habido’ mucha gente que/que pues apenas puede subsistir (ME-014-13H-97)

La tendencia en la pluralización con colectivos es la misma en ambos dialectos. Solo se pluralizaron el 25% de las FFNN colectiva habaneras y el 1,8% de las mexicanas (16).

  1. y ahí ‘habían’//un montón de zopilotes ¿sí conoce usted los zopilotes? (ME-313-13M-07)

Ahora bien, tres de los 5 ejemplos de ‘colectivos +haber’ pluralizado encontrados en la muestra habanera corresponden al uso colectivo de ‘gente’, como se muestra en los ejemplos (17).

  1. supongo que sí ‘habían’ gente que bailaban casino/porque/se bailaban los quinces y esas cosas ¿no? (LHAB_H23_087)

Los otros dos ejemplos habaneros y el único encontrado en México corresponden a los cuantificadores ‘un montón de’ y ‘una pila de’.

4.2. Factores extralingüísticos

El enfoque que persigue este trabajo obliga analizar el desarrollo de cualquier cambio lingüístico (en este caso la pluralización) dentro de la estructura social de la comunidad que lo experimenta. Las variables sociales también pueden arrojar luces sobre su estatus: su posible resolución a favor de una de sus variantes o la posibilidad de entenderlo como un proceso de variación estable de la lengua.

4.2.1. Sexo

Al analizar las variables sociales, es posible afirmar que el sexo no parece ser un factor determinante para la pluralización de ‘haber’ (ver Gráfico 3); las diferencias entre hombres y mujeres al interior de los dialectos no son significativas. En La Habana son los hombres los que presentan índices ligeramente mayores de pluralización mientras que en la Ciudad de México no parece haber una diferencia.

Gráfico 3 Porciento de pluralización según la variable sexo en ambos dialectos. 

4.2.2. Grado de instrucción

La segunda variable de índole social que se tuvo en cuenta fue el grado de instrucción, en esta categoría sí aparecen diferencias significativas. Fueron los hablantes con menor grado de instrucción quienes mostraron un mayor uso de la pluralización. En el caso de La Habana asciende a un 50,4%, mientras que en México alcanza el 16,3%; este último llega a triplicar los resultados del nivel medio y alto (ver Gráfico 4).

Gráfico 4 Porciento de pluralización según la variable grado de instrucción en ambos dialectos. 

4.2.3. Edad

La edad, por su parte, registra sutiles diferencias. Es posible notar una menor cantidad de pluralizaciones entre los mayores de las dos variedades de habla (45,6% en La Habana y 5,6% en la Ciudad de México), concentrándose la mayor cantidad entre los jóvenes y adultos (ver Gráfico 5).

Gráfico 5 Porciento de pluralización según la variable ‘Edad’ en ambos dialectos. 

Evidentemente existen tendencias compartidas, pero la fuerza que ejercen los factores sociales es muy diferente en ambos dialectos. En México, entre los factores estadísticamente significativos que ofreció Goldvarb estuvieron la edad y el grado de instrucción (ver Tabla 3), mientras que para La Habana, no fue seleccionado como significativo ninguno de los factores externos. No obstante, los porcentajes de cada dialecto han comprobado que son los individuos con niveles más bajos de instrucción quienes acuden con mayor frecuencia a aquellas formas consideradas no canónicas −los hablantes de mayor nivel de instrucción están más apegados a las normas establecidas− (Silva-Corvalán, 2001); y que son las personas de mayor edad quienes tienden a ser más conservadoras en su manera de hablar, debido a que han regularizado sus formas lingüísticas. Los resultados que hemos obtenido en el estudio apuntan a un cambio lingüístico que se correlaciona con los niveles socioeconómicos de menor prestigio y, unido a la ‘falta de conciencia lingüística’,3 se extiende hacia los niveles de mayores estudios y por las formas lingüísticas más estables hasta ser aceptado y convertirse en uso general, como evidencian los resultados generales encontrados por DeMello (1991). En otras palabras, estaríamos frente a un ‘cambio lingüístico desde abajo’ o no consciente; según Labov (1994), uno que sería sistemático y que aparecería primero en las variantes vernáculas y como resultado de la interacción de factores internos.

De acuerdo con Moreno Fernández (1998) un cambio lingüístico desde abajo puede llevar a dos posibles soluciones: a) ser rechazado por los grupos socioeconómicos más altos y convertirse en una marca negativa (una forma estigmatizada), en cuyo caso no se generaliza el cambio; b) o ser aceptado por otros niveles socioeconómicos y pasar al uso general. Silva-Corvalán (2001) propone algunos indicadores de cambio lingüístico en tiempo aparente, en el Cuadro 1, es posible comprobar el estatus de estos indicadores en los dialectos analizados.

Cuadro 1 Indicadores de cambio lingüístico. 

Indicador de cambio lingüístico La Habana C. de México
La distribución curvilínea según la edad: es favorecida por grupos medios (18-45 años).
La distribución curvilínea según nivel socioeconómico: una variante es favorecida por grupos medios (normalmente el grupo bajo-alto medio-bajo).
Una variante no sensible a diferencias de estilo, o favorecida en el estilo formal. N/A N/A
Una variante favorecida por las mujeres. No
Reacciones subjetivas positivas hacia la variante innovadora por parte de los grupos que la están adoptando.

(Fuente: Elaboración propia a partir de Silva-Corvalán, 2001).

Si bien en La Habana el fenómeno está tan extendido que ya no es posible hallar grandes diferencias, en la Ciudad de México aún es posible encontrarlas entre los grados de instrucción o entre las edades. Lo anterior pudiera verse como uno de los primeros indicios que apuntan al estatus del fenómeno. Aunque se está operando un cambio lingüístico en ambos dialectos, su estatus difiere en las variedades: en La Habana el fenómeno se encuentra en un estadio más generalizado, mientras que el proceso en la Ciudad de México se está dando de manera más lenta, por lo que aún es posible notar su estratificación. De esta manera, podría pensarse que, en ambos dialectos la solución del cambio ha sido la segunda de las propuestas por Moreno Fernández (1998) y el proceso de aceptación se está operando con ritmos diferentes.

4.3. Análisis de regresión

Con los factores previamente analizados se llevó a cabo un análisis de regresión múltiple por medio del programa estadístico Goldvarb X (Sankoff et al., 2005). Este tipo de análisis permite conocer qué variables resultan estadísticamente significativas y cuál o cuáles factores favorecen (o desfavorecen) cada una de las variantes. En este caso se tomó como factor de aplicación de la variable dependiente la forma pluralizada de ‘haber’ con respecto a la cual se interpretan los datos de la Tabla 3. En ella se muestran los pesos probabilísticos de los factores estadísticamente significativos para cada variedad.4

Tabla 3 Factores que favorecen la variante pluralizada en ambas variedades. 

La Habana Ciudad de México
Log likelihood = -215.369 Significance = 0.034 Log likelihood = -136.974 Significance = 0.028
Colectividad
No Colectivo .52 .56
Colectivo .20 .13
  Rango=32 Rango=43
Grado de instrucción
Bajo [.55] .75
Medio [.45] .38
Alto [.50] .37
  Rango= [10] Rango=38
Animacidad
Humano .60 .64
No humano .46 .44
  Rango=14 Rango=20
Edad
Adultos [.51] .66
Jóvenes [.54] .54
Mayores [.46] .33
  Rango= [8] Rango=33

Únicamente aparecen en la Tabla 3 aquellos grupos factor que resultaron estadísticamente significativos y se han ordenado de mayor a menor según su rango5. De esta manera es posible ver que la colectividad es el grupo factor con mayor efecto; cuando aparece una FN colectiva, las posibilidades de que aparezca un verbo concordado son muy bajas para ambos dialectos (.20 para La Habana y .16 para la Ciudad de México), es decir, se continúan interpretando desde su forma “singular”, lo que no conllevaría a una pluralización.

El siguiente factor es el grado de instrucción, que solo fue significativo para la variante mexicana. Para La Habana, el programa no seleccionó como significativo ninguno de los factores extralingüísticos tenidos en cuenta en el estudio. Según este análisis, los hablantes de instrucción más baja son los que más favorecen la concordancia con el verbo (.75); mientras que los de nivel medio (.38) y alto (.37) la desfavorecen. De esta manera, los resultados obtenidos apuntan a que, como habíamos mencionado, son los hablantes con menor grado de instrucción quienes tienden a emplear con mayor frecuencia la forma ‘no canónica’ (variante plural), mientras que los hablantes con un grado superior de instrucción procuran apegarse a la norma.

La animacidad, según la jerarquía establecida por los rangos, es el siguiente factor en importancia. Resultó estadísticamente significativo para ambas variedades estudiadas con resultados muy similares. Para el caso de los hablantes de La Habana, cuando la FN es [+humano] se favorece la pluralización (.60), mientras que cuando estamos ante una FN [-humano] se tiende a desfavorecerla (.46). De igual manera sucede con los ejemplos ofrecidos por los informantes de la Ciudad de México: las FFNN [+humano] favorecen la aparición de la variante concordada (.64), mientras que la [-humano] la desfavorece (.44). Este resultado nos incluye dentro del grupo de estudios que ha comprobado que la animacidad de la FN sí es un elemento que desempeña un papel importante dentro del fenómeno de la pluralización (Bentivoglio & Sedano, 1989; DeMello, 1991; Domínguez et al., 1998; Rivas & Brown, 2012). Además, reafirma la idea de que la presencia de rasgos con los que se asocia un sujeto sí puede incrementar las posibilidades de que aparezca la variante pluralizada.

Finalmente, se encuentra el grupo factor edad, el cual solo fue estadísticamente significativo para la variante mexicana. Según los resultados, son los adultos los que favorecen en mayor medida la pluralización (.66), los jóvenes tienen un resultado casi nulo (.54) y los mayores tienden a desfavorecerla (.33). Una vez más, como sucedió con el grupo factor grado de instrucción, estaríamos ante un fenómeno que parece expandirse a través de los grupos más innovadores y que suele hallar cierta resistencia entre los hablantes de mayor edad.

Si se analizara de manera general los resultados estadísticos, sería relativamente claro que en la variedad habanera el fenómeno se encuentra más avanzado; solo fueron relevantes los factores lingüísticos ya que, al parecer, ha perdido la estratificación que todavía acompaña al fenómeno en la variedad mexicana. De igual manera, es posible comprobar que las tendencias entre los factores lingüísticos sí coinciden y hablan de un cambio lingüístico en proceso en ambos lugares, pero con estadios diferentes de desarrollo.

4.4. Prototipicidad de sujetos

Una vez analizadas por separado todas las variables que se tuvieron en cuenta para esta investigación es necesario recalcar que el fenómeno de la pluralización no es uno que suceda como consecuencia de la acción aislada de alguna de las variables analizadas. Si bien pareciera que algunas juegan un papel más importante que otras, la aparición del fenómeno está condicionada por la interacción de distintas variables que, al combinarse de cierta manera, propician en mayor o menor medida que este verbo concuerde con su FN.

En español la mayoría de las oraciones suelen presentar un sujeto codificado de manera léxica o de manera morfológica. Al no estar presente en las construcciones con ‘haber’, el hablante interpreta la única FN como el sujeto de la construcción y la hace concordar. Nuestro estudio incluyó variables que se centraban directamente en el verbo y otras que se enfocaban en la frase nominal que lo acompañan. La animacidad, la definitud y la posición de la FN intentaban determinar si las FFNN que acompañan al verbo ‘haber’ pluralizado presentan características de sujetos prototípicos; es decir, si las FFNN que tienden a favorecer la concordancia son aquellas que se asocian canónicamente con la función de sujeto (humanas, definidas o indefinidas-indeterminadas y antepuestas). Justamente esto fue lo que encontramos, pudimos comprobar que cuando aparecen rasgos de sujetos, la pluralización es favorecida en mayor medida que cuando no aparecen. Como muestra la Tabla 4, los porcentajes más altos de pluralización coinciden con las estructuras que se acercan más a lo que relacionamos con un sujeto.

Tabla 4 Pluralización según la animacidad, definitud y posición de la FN. 

Factor La Habana C. de México
Animacidad Anim.> Inan. Anim.> Inan.
55%>44% 11%>7%
Definitud Def.>Ind.cM>Ind.sM Def.>Ind.cM>Ind.sM
53%>48%>45% 16%>8%>7%
Posición Ant.>Post. Ant.>Post.
55%>45% 12%>8%

El mayor porcentaje de FN que cuenta con rasgos de sujeto se encuentra entre los ejemplos pluralizados, mientras que el mayor porcentaje de frases escuetas o [-humano] aparece en singular. Ciertamente es posible ver una agrupación a favor de la construcción existencial cuando la FN comparte las características de sujeto, por un lado, y hacia la impersonal, por el otro, cuando la FN se asemeja a un OD. Sin embargo, es necesario aclarar que estas no son las únicas variables que favorecen o desfavorecen la pluralización; con ellas pueden converger las perífrasis o el tiempo verbal copretérito que parecen tener también un peso importante y pueden beneficiar la aparición de la variante pluralizada, de ahí que existan ejemplos en el corpus que no muestren características de sujeto y aun así concuerden con el verbo.

Conclusiones

Ciertamente el fenómeno de la pluralización del verbo ‘haber’ ha sido pródigamente estudiado; muchos han sido los trabajos que han abordado, desde diferentes puntos de vista, su variación y han demostrado su presencia en casi todas las variantes del español actual. De la misma manera, ha quedado comprobado que la pluralización de este verbo es una variación morfosintáctica que mantiene el principio de equivalencia semántica y que puede o no estar estratificado socialmente, en dependencia del dialecto objeto de estudio: de las construcciones de ‘haber + FN plural o colectiva’ encontradas en La Habana, el 47,2% aparece pluralizado, mientras que solo del 8,6% de las encontradas en México lo está.

El análisis estadístico de las variables seleccionó la colectividad y la animacidad de la FN como los dos factores lingüísticos estadísticamente significativos tanto para la variante habanera como para la de la Ciudad de México. En ambos casos, las FFNN colectivas desfavorecen ampliamente la variante pluralizada, mientras que la aparición de una FN humana propicia la concordancia con el verbo en mayor medida que una FN no humana. En cuanto a extralingüísticos, solo fueron estadísticamente significativos la edad y el grado de instrucción en la variante mexicana. Para la variante habanera no fue seleccionado ninguno de los factores sociales. Es posible que el fenómeno se encuentre tan extendido que los aspectos sociales no se muestran significativos o ya dejaron de representar una gran diferencia en esta variedad.

Uno de nuestros objetivos de trabajo fue corroborar si el tiempo copretérito reunía la mayor cantidad de verbos pluralizados (Díaz-Campos, 1999; Rivas & Brown, 2012; Gómez Molina, 2013; Claes, 2014b). Un análisis solo de las frases en plural permitió confirmar que en ambos dialectos sí es el copretérito el tiempo verbal que reúne la mayor cantidad de ejemplos concordados: en La Habana llega a un 52,8% y en la ciudad de México a un 67,9%.

Por otra parte, entre los hablantes de español, se suele interpretar como sujeto de la construcción la FN de aquellos verbos que solo rigen una. Esta tendencia, unida a la convergencia de rasgos de sujetos en las FFNN que acompañan al verbo ‘haber’ parecen favorecer la aparición de la variante plural. Se pudo comprobar que cuando aparecen FFNN con referente humanos, son definidas o indefinidas con marcas, y su posición es antepuesta, se incrementan las posibilidades de que el verbo aparezca concordado. Adicionalmente, cuando la confluencia de características de sujeto es mayor, aumentan las probabilidades de un verbo pluralizado.

Al igual que DeMello (1991), nuestro estudio ubica, en cuanto a los niveles de pluralización, a la Ciudad de México y a La Habana, en dos estadios diferentes, la distancia entre los resultados de las ciudades sigue estando presente. En La Habana ha seguido expandiéndose. El autor reportaba un 27%, un 20% por debajo de nuestros resultados. Mientras que en la Ciudad de México (un 8% según DeMello, 1991) el incremento ha sido mucho menor con solo 6% más en nuestro estudio. Ciertamente hay un cambio lingüístico en proceso en ambos dialectos, aunque con un grado de avance diferente. Estamos, pues, en ambos dialectos en un proceso de aceptación del fenómeno de la personalización del verbo con diferente grado de extensión que, en las dos variedades, se va generalizando desde abajo.

Agradecimientos

Las autoras agradecen al CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México) por la Beca Nacional 2017 (número 404735) otorgada a Sandra Arteaga Santos. De igual manera, se extiende el agradecimiento a los revisores anónimos por sus valiosos comentarios a este manuscrito.

Referencias Bibliográficas

Armas y Céspedes, J. I. (1977). Orígenes del lenguaje criollo. En G. Alonso & A. L. Fernández (Eds.), Antología de la lingüística cubana (pp. 115-186). La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. [ Links ]

Arteaga Santos, S. (2017). La (im)personalización del verbo haber en La Habana y en la Ciudad de México. Tesis de magíster, Universidad Autónoma de Querétaro, Querétaro, México. [ Links ]

Blas Arroyo, J. L. (2018). At the boundaries of linguistic convergence: Variation in presentational haber/haver-hi. A sociolinguistic comparative analysis of Spanish and Catalan grammars. Languages in Contrast, 18(1), 35-68. [ Links ]

Bentivoglio, P. & Sedano, M. (1989). Haber: ¿Un verbo impersonal? Estudios sobre español de América y lingüística afroamericana. Ponencia presentada en el 45 Congreso Internacional de Americanistas, Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, Colombia. [ Links ]

Bouzouita, M. & Pato, E. (2019). Antes había (n) pozos en el pueblo: La pluralización del verbo ‘haber’ existencial en el español rural europeo. Revue de Linguistique Romane, 83(329), 137-165. [ Links ]

Canfield, D. L. (1962). La pronunciación del español en América. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. [ Links ]

Castillo-Trelles, C. (2007). La pluralización del verbo ‘haber’ impersonal en el español yucateco. En J. Holmquist, A. Lorenzino & L. Sayahi (Ed.), Selected Proceedings of the Third Workshop on Spanish Sociolinguistics (pp. 74-84). Somerville: Cascadilla Proceedings Project. [ Links ]

Claes, J. (2014a). The pluralization of presentationalhaber’ in Caribbean Spanish. Tesis doctoral, Universidad de Amberes, Amberes, Bélgica. [ Links ]

Claes, J. (2014b). A cognitive construction grammar approach to the pluralization of presentational ‘haber’ in Puerto Rican Spanish. Language Variation and Change, 26(02), 219-246. [ Links ]

Claes, J. (2016). La pluralización de ‘haber’ presentacional en el español de La Habana: Interacción entre las restricciones cognitivas. En C. de Benito Moreno & Á. Octavio de Toledo (Eds.), En torno a ‘haber’: Construcciones, usos y variación desde el latín hasta la actualidad (pp.169-190). Bern: Peter Lang. [ Links ]

D’Aquino, G. (2004). ‘Haber’ impersonal en el habla de Caracas. Análisis sociolingüístico. Boletín de Lingüística, 21, 3-26. [ Links ]

D’Aquino, G. (2008). El cambio lingüístico de ‘haber’ impersonal. Núcleo, 25(25), 103-123. [ Links ]

DeMello, G. (1991). Pluralización del verbo ‘haber’ impersonal en el español hablado culto de once ciudades. Thesaurus: Boletín del instituto Caro y Cuervo, 3, 445-471. [ Links ]

Díaz-Campos, M. (1999). La pluralización del verbo ‘haber’ en dos áreas dialectales de hispanoamérica. Anuario de Lingüística Hispánica, 15-16, 219-228. [ Links ]

Domínguez, C. L., Guzmán, B., Pabón, M. & Vilaín, R. (1998). Personalización de ‘haber’ en el español de Mérida. Lengua y Habla, 3, 23-36. [ Links ]

Fernández, O. & Táboas, S. (2000). Construcciones impersonales no reflejas. En I. Bosque & V. Demonte (Comps.), Gramática descriptiva de la lengua española (pp. 1723-1728). Madrid: Espasa-Calpe. [ Links ]

Freites, F. (2004). Pluralización de ‘haber’ impersonal en el Táchira: Actitudes lingüísticas. Boletín de Lingüística, 22, 32-51. [ Links ]

Freites, F. (2008). Más sobre la pluralización de ‘haber’ impersonal en Venezuela. Lingua Americana, 22, 36-57. [ Links ]

Givón, T. (1995). Functionalism and grammar. Ámsterdam: John Benjamins. [ Links ]

Goldberg, A. E. (1995). Constructions: A construction grammar approach to argument structure. Chicago: University of Chicago Press. [ Links ]

Gómez Molina, J. R. (2013). Pluralización de ‘haber’ impersonal en el español de Valencia (España) 1. VERBA, 40, 253-284. [ Links ]

Henríquez Ureña, P. (1921). Observaciones sobre el español de América. Revista de Filología Española, 8, 357-390. [ Links ]

Hernández, A. (2006). Posesión y existencia. La competencia de ‘haber’ y ‘tener’ y ‘haber’ existencial. En C. Company (Coord.), Sintaxis histórica de la lengua española (pp. 1055-1164). México: FCE, UNAM. [ Links ]

Izquierdo, M. A. (2015). El avance de la pluralización del verbo impersonal ‘haber’ en Corpus orales puertorriqueños. Dialectología: Revista Electrónica, 15, 35-67. [ Links ]

Kany, C. E. (1951). American-Spanish syntax. Chicago: University of Chicago Press. [ Links ]

Kany, C. E. (1969). Sintaxis hispanoamericana. Versión española de Martín Blanco Álvarez. Madrid: Editorial Gredos. [ Links ]

Labov, W. (1994). Principles of linguistic change. Hoboken: Blackwell. [ Links ]

Lapesa, R. (1981). Historia de la lengua española. Madrid: Editorial Gredos. [ Links ]

Lastra, Y. & Martín Butragueño, P. (2016). La concordancia de haber existencial en la Ciudad de México. Boletín de Filología, 51(2), 121-145. [ Links ]

Lope Blanch, J. M. (1993). Anomalías en la norma lingüística mexicana. En Ensayos sobre el español de América (pp. 149-156). México D. F.: UNAM. [ Links ]

Luque Moreno, J. (1978). En torno al sintagma ‘haber impersonal + sustantivo’ y sus orígenes latinos. Revista Española de Lingüística, 81, 125-146. [ Links ]

Montes Giraldo, J. J. (1982). Sobre el sintagma ‘haber + sustantivo’. The University of Florida, 2, 383-385. [ Links ]

Moreno Fernández, F. (1998). Principios de sociolingüística y sociología del lenguaje. Barcelona: Ariel. [ Links ]

Pato, E. (2016). La pluralización de ‘haber’ en español peninsular. En C. Benito & A. Octavio de Toledo y Huerta (Eds.), En torno a ‘haber’: Construcciones, usos y variación desde el latín hasta la actualidad (pp. 357-391). Bern: Peter Lang. [ Links ]

Pérez Martín, A. M. (2007). Pluralización de ‘había’ en el habla de El Hierro: Datos cuantitativos. Revista de Filología de la Universidad de La Laguna, 25, 505-513. [ Links ]

Perlmutter, D. M. (1978). Impersonal passives and the unaccusative hypothesis. Berkeley Linguistics Society, 4, 157-189. [ Links ]

Quintanilla-Aguilar, J. R. A. (2009). La (des)pluralizacion del verbo ‘haber’ existencial en el español salvadoreño: ¿Un cambio en progreso? Tesis doctoral, Universidad de Florida, Florida, Estados Unidos. [ Links ]

Real Academia Española & Asociación de Academias Americanas (2009). Nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa Libros. [ Links ]

Rivas, J. & Brown, E. (2012). Concordancia variable con ‘haber’ en español puertorriqueño. Boletín de Lingüística, 24, 102-118. [ Links ]

Rona, J. P. (1964). El problema de la división del español americano en zonas dialectales. En F. Moreno Fernández (Coord.), Presente y futuro de la lengua española (pp. 215-226). Madrid: Ediciones Cultura Hispánica. [ Links ]

Sankoff, D., Tagliamonte, S. A. & Smith, E. (2005). Goldvarb X: A variable rule application for Macintosh and Windows. Toronto: University of Toronto. [ Links ]

Silva-Corvalán, C. (2001). Sociolingüística y pragmática del español. Georgetown: Georgetown University Press. [ Links ]

1 Se presentan aquí 6 de los 12 factores lingüísticos que se tuvieron en cuenta en la investigación original de la que se deriva este artículo (Arteaga Santos, 2017). Quedaron excluidos la estructura verbal, el modo, la forma léxica de la FN, la intercalación de elementos, el tipo de oración y la polaridad del enunciado.

2Es necesario recalcar que los datos pluralizados de la variante mexicana son pocos, sobre todo en el presente, donde todos los ejemplos analizados corresponden a perífrasis verbales y al subjuntivo, el verbo simple en presente de indicativo no es pluralizado por los hablantes.

3Dentro de nuestros resultados, fue posible hallar variación en un mismo hablante, fue posible encontrar la alternancia plural/singular, lo que demuestra que no hay una verdadera conciencia lingüística al respecto.

4El peso probabilístico mide la probabilidad de que la variable dependiente (pluralización de ‘haber’) ocurra en cierto contexto. Se extiende desde 0 hasta 1; los resultados superiores a .5 favorecen la aparición de la variable dependiente, mientras que los inferiores tienden a desfavorecerla.

5El rango es la diferencia entre el peso probabilístico de los factores que integran el grupo; a mayor rango, mayor diferenciación entre los factores del grupo.

Received: May 25, 2020; Accepted: December 27, 2021

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons