Con motivo de la revisión del herbario del Jardín Botánico Nacional (JBN) Viña del Mar, y la reconfiguración de su base de datos de acuerdo a la referencia estándar Darwin Core para compartir información sobre diversidad biológica, se revisó la colección de plantas vasculares y no vasculares del Archipiélago de Juan Fernández, la cual se conserva físicamente separada en el herbario general del Jardín Botánico Nacional.
Esta colección está constituida por 350 carpetas de plantas, musgos y líquenes recolectadas en el archipiélago entre los años 1988 y 2011. En el proceso de revisión se encontraron cuatro carpetas (JBN 1090, JBN 1105, JBN 1118 y JBN 1123) con muestras de plantas que claramente pertenecían a la especie Robinsonia (subgen. Rhetinodendron) berteroi (DC.) Sanders, Stuessy & Martic., cuyos capítulos poseen tres flores tubulares y sus hojas oblanceoladas poseen dientes en el borde superior del limbo y es liso en los dos tercios inferiores.
Robinsonia berteroi es una especie diclino dioica. El calículo de unas pocas brácteas de 1-2 mm de largo, el involucro interno es angostamente cilíndrico, siempre con tres brácteas, de 5-6 mm de alto y 2 mm de ancho (Fig. 1B y 1C). Hay una flor delante de cada bráctea, por lo que la cabezuela (capítulo) está formado por tres flores.
La flor masculina es de color amarillo verdoso, tiene un tubo de 4 mm de largo con pétalos reflejos de 2,5 mm de largo y 0,6 mm de ancho. El tubo del estambre es de color amarillo verdoso y sobresale 3 mm de los pétalos recurvos de la flor tubular. El conectivo es de color marrón violáceo. Las ramas del estilo no exertas quedan expuestas por el corte lateral de los tubos de las anteras. A veces, el polen permanece en el tubo abierto. El extremo inferior del pistilo está ligeramente hinchado y secreta néctar.
La flor femenina tubular mide sólo unos 5 mm de largo, los lóbulos o dientes son cortos, rectos y de color ligeramente amarillento; la flor es de color verde puro (Skottsberg 1920).
En la Fig. 2 se muestran detalles de las inflorescencias de flores femeninas y masculinas, obtenidas de las carpetas de herbario.
Las muestras de estas cuatro carpetas fueron comparadas con muestras de la misma especie depositadas en el herbario de la Universidad de Concepción: CONC 18779. 16. III. 1955. G. Kunkel 131; CONC 21014. 1934-1936. H. Weber; CONC 26662. 1934/6. H. Weber; CONC 52844. 17 FEB 1980. T. Stuessy and R. Sanders 5203. CONC 116990. 26 JAN. 1990. T. Stuessy, D. Crawford, P. Peñailillo & M. Baeza 11238. Se compararon las inflorescencias y las hojas pudiendo constatarse fehacientemente que las muestras de las cuatro carpetas encontradas en el JBN pertenecían a la especie Robinsonia (Rhetinodendron) berteroi.
En la Tabla 1 se muestra la información de la etiqueta de herbario de las nuevas carpetas estudiadas.
Nº de herbario | Especie | Fecha | Colector | Lugar | Altura sobre el nivel del mar | Especie determinada por comparación |
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JBN Nº 1090 | Dendroseris neerifolia | 11-11-1988 | Marcia Ricci | Qda. el Lápiz | 313 msm | Robinsonia berteroi ♀ |
JBN Nº 1105 | sp. | 02-02-1989 | Marcia Ricci | Cº Central | 580 msm | Robinsonia berteroi ♂ |
JBN Nº 1118 | sp. | 29-03-1990 | Marcia Ricci | Pesca Los Viejos | 430 msm | Robinsonia berteroi ♂ |
JBN Nº 1123 | sp. | 29-03-1990 | Marcia Ricci | Pesca Los Viejos | 490 msm | Robinsonia berteroi ♂ |
En la Fig. 3 se presentan imágenes completas de las carpetas encontradas de Robinsonia (Rhetinodendron) berteroi.
La carpeta JBN 1090 indica en la etiqueta “4 Indiv. adultos en el borde de camino”, consecuentemente el número total de individuos de Robinsonia (Rhetinodendron) berteroi registrados por Marcia Ricci fue de siete (cuatro especímenes colectados más tres observados y registrados en etiqueta de herbario).
Con la información de la quebrada o cordón y altura sobre el nivel del mar, indicada en cada etiqueta, se estimó la posición geográfica más probable de cada muestra, para ello se usó una capa de curvas de nivel de la isla Robinson Crusoe y se buscó la intersección de la quebrada o cordón con la altura indicada. En la Tabla 2 se presenta la posición geográfica más probable de cada colección.
En la Fig. 4 se presenta un mapa con la ubicación geográfica estimada, de los puntos de colecta.
La primera noticia sobre la abundancia de esta especie, encontrada por Bertero en 1830, es de Johow (1896), quien indica que crece en Pico Central, Salsipuedes, Rabanal y Villagra. Luego Skottsberg (1920-1924) informa que crece en “El Rabanal (Johow); la depresión entre Co Damajuana y Co Yunque, 540 m; V. Colonial, C. Central (también observado por Johow), en ambos lados del Cordón, 535-570 m, muchos especímenes; Portezuelo de Villagra, unos pocos árboles en un filo de roca, c. 600 m; Q. Seca, en el bosque, una plántula;
Colecta | Latitud S | Longitud W |
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JBN Nº 1090 (Qda. El Lápiz, 313 m.s.m.) | 33° 39’ 33,422” | 78° 47’ 5,183” |
JBN Nº 1105 (Cº Central, 580 m.s.m.) | 33° 38’ 33,061” | 78° 50’ 54,197” |
JBN Nº 1118 (Pesca Los Viejos, 430 m.s.m.) | 33° 39’ 25,978” | 78° 47’ 59,078” |
JBN Nº 1123 (Pesca Los Viejos, 490 m.s.m.) | 33° 39’ 29,675” | 78° 48’ 3,11” |
C. Salsipuedes (también observado por Johow); parte alta de Q. Salsipuedes, rara; cresta oeste del Co. Yunque, c. 530 m; Q. Villagra, en el bosque, c. 500 m, solitaria (también observada por Johow); pendiente sur del Co Chumacera”. Pasaron 63 años desde las observaciones hechas por Skottsberg en su visita al Archipiélago el año 1917, hasta las observaciones de la expedición conjunta de la Ohio State University y la Universidad de Concepción realizada en enero-febrero de 1980, cuyos resultados fueron publicados por Sanders et al. (1982), quienes informaron la reducción drástica de las formaciones vegetacionales y su composición de especies, desde las observaciones de Skottsberg. Aunque Sanders no informa el número de individuos prospectados de Robinsonia berteroi, se deduce que encontraron solo un individuo, pues trabajos posteriores del mismo equipo de la Universidad de Ohio y la Universidad de Concepción informan expresamente la presencia de un solo individuo de la especie en Villagra (Pacheco et al. 1985; Sanders et al. 1987; Ricci 1989, 1990, 1992; Stuessy et al. 1998).
Danton et al. (1998) y Danton & Lesouef (1998) realizan un completo informe a CONAF de su primera expedición botánica al archipiélago indicando la presencia de R. berteroi solo en Villagra, de lo cual se deduce que es el mismo individuo informado anteriormente (Sanders et al. 1982, 1987; Pacheco et al.1985; Ricci 1989, 1990, 1992 y Stuessy et al. 1998). Danton & van Leersum (2004) informan la presencia de un individuo de la especie en Villagra (publicado en enero de 2004).
Danton & Perrier (2005) informan la muerte del último individuo que crecía en Villagra, indicando que el 11 de mayo de 2004 les fue comunicado a través de CONAF la marchitez del individuo por daños graves ocasionados a la corteza por roedores y que el individuo finalmente murió en agosto del mismo año. Ricci (2006) informa que hasta el año 2003 se conocía solo un individuo en Villagra y que habría muerto en el otoño de 2004. Danton et al. (2006) informan la extinción de la especie. Meyer & Butaud (2009) indican: “El único caso de extinción de una planta moderna causado por las ratas es la muerte del último individuo del pequeño arbusto endémico Robinsonia berteroi (Asteraceae) en la isla Robinson Crusoe del archipiélago de Juan Fernández; en este caso la corteza en la base del tronco se encontró que estaba seriamente dañado por ratas (Danton & Perrier 2005). Aun así, el único individuo salvaje de esta especie dioica era macho, la última planta hembra se observó hace tanto tiempo como 1917. Similar información entrega Crawford & Stuessy (2016)”.
El 3 de marzo de 2009, mediante el Decreto Supremo Nº 23/2009 del Ministerio Secretaría General de la Presidencia de la República se declara oficialmente extinta la especie (4º proceso de clasificación de especies). CONAF (2009) e Iván Leiva (2010) informan también la extinción de la especie. Stuessy publica el listado de especies del archipiélago, en su libro Plants of Oceanic Islands (Stuessy et al. 2018), indicando que R. berteroi se encuentra extinta, sin embargo en nota al pie del mismo listado informan “en abril de 2016 hubo un reporte vía internet de Mauricio Silva (coautor de Stuessy et al. 2018) que guardaparques de CONAF habrían localizado una planta (macho) de Robinsonia berteroi en la cima del Yunque en la isla Robinson Crusoe, esta es una alentadora noticia, pero se necesita confirmación del reporte”.
En febrero de 2015 los guardaparques Guillermo Araya y Ramón Schiller, acompañados del alcalde de la isla Felipe Paredes y Lukas Mekis de Fundación Endémica, escalan la cumbre del cerro El Yunque de la isla Robinson Crusoe, redescubriendo a 912 m sobre el mar un individuo de Robinsonia berteroi de 5 m de alto y en excelente estado fitosanitario (Silva 2022; Araya et al. 2018).
Penneckamp (2018) indica “se creía extinta desde 2004 cuando esta única planta conocida murió. Sin embargo esta especie fue redescubierta en el año 2015 por guardaparques en una expedición efectuada al cerro El Yunque”.
Con motivo del nuevo hallazgo del individuo de la especie en la cima del cerro El Yunque, el Ministerio de Medio Ambiente, mediante el DS 06 publicado el 16 de marzo de 2017 reclasifica la especie en Peligro Critico (13er proceso de clasificación de especies). Adicionalmente se reevalúa el estado de conservación de la especie para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN el 18 de octubre de 2019, siendo listada como En Peligro Crítico según el criterio D (Novoa 2020).
Por cierto, el hallazgo de estas cuatro carpetas de Robinsonia berteroi depositadas en el herbario del Jardín Botánico Nacional (Viña del Mar) posibilitará a los guardas del Parque Nacional la revisión de estos puntos de recolección para la comprobación de la presencia de alguno de estos individuos, autoeducarse en el reconocimiento de la especie mediante la observación en detalle de sus singulares flores dioicas, permitiendo el eventual reconocimiento de nuevos individuos en el área antigua de distribución informada por Johow y Skottsberg, y el inicio de acciones de conservación in-situ y ex-situ de la especie. La presencia de individuos machos y hembras en estas nuevas localidades acrecienta la posibilidad de cultivar esta especie en los huertos semilleros de CONAF, P. N. Juan Fernández, lo que eleva notablemente la posibilidad de supervivencia de esta rara especie que habita este laboratorio natural que constituye el archipiélago de Juan Fernández.