INTRODUCCIÓN
En el trabajo del nutricionista en la atención en salud, para lograr un impacto positivo, se requiere generar cambios en la conducta alimentaria y así contribuir a mejorar el estado de salud de las personas1 . El nutricionista debe reunir un conjunto de habilidades y conocimiento para el logro de los objetivos propuestos2 . Todo esto debe estar basado en un actuar ético, empático, flexible, adaptado al contexto y con un compromiso de actualización del conocimiento permanente en el área de la nutrición3 , esto se resume en un actuar en base al profesionalismo en nutrición. Si bien se han publicado distintos documentos respecto a las habilidades, conocimientos y características que un nutricionista debe poseer, a la fecha no existe un consenso respecto a lo que el profesionalismo significa en esta disciplina. Por consiguiente, el objetivo de este ensayo es realizar un análisis de la literatura con respecto al actuar profesional de los nutricionistas y entregar sugerencias para la enseñanza en el pregrado de nutrición y dietética.
Profesionalismo enfocado en el nutricionista
En el año 1984, la Academia de Nutrición y Dietética (ADA) publicó el primer documento referente a estándares de práctica profesional, que considera seis aspectos deseables a desarrollar por parte de un nutricionista en distintas áreas del quehacer profesional. El sexto de estos estándares se denomina “competencia continua y responsabilidad profesional”, el cual hace referencia a que un nutricionista se compromete con un desarrollo personal de por vida para mejorar sus conocimientos y adquirir una práctica profesional1 . Posteriormente, la misma entidad (ADA) diseñó un modelo de atención nutricional basado en 4 ejes centrales para estructurar adecuadamente una atención nutricional, los cuales corresponden a valoración, diagnóstico, intervención y evaluación nutricional. Junto con esto, señalaron aspectos esenciales transversales en el actuar del nutricionista; el conocimiento científico, la comunicación, la práctica basada en la evidencia y adherir a un determinado código de ética profesional2 .
Posteriormente, la actualización de este modelo3 , así como propuestas que ponen énfasis en la necesidad de un monitoreo adecuado, seguimiento y evaluación de resultados e impacto4 , se enmarca en fortalezas y habilidades propias del profesional que permiten una óptima atención nutricional. Entre estas fortalezas destacan el conocimiento en nutrición, habilidades comunicativas, pensamiento crítico, trabajo en equipo, práctica basada en evidencia y la capacidad de trabajar bajo marcos éticos definidos. Todas estas características dan noción de un lineamiento del concepto de profesionalismo en nutrición5 .
El profesionalismo es considerado uno de los pilares fundamentales para definir estándares de atención nutricional. En Canadá, el año 2013, la Asociación para la Educación y Práctica en Dietética, consideró el profesionalismo como la capacidad de cumplir con las leyes vigentes y los requerimientos regionales, como también la capacidad de ejercer de acuerdo a los requisitos y reglamentos organizacionales. Además, señalaron que es necesario reconocer los límites del conocimiento profesional y las habilidades propias del nutricionista, poseer un acercamiento sistemático ante la toma de decisiones, mantener una atención centrada en el paciente, ser eficiente en el trabajo y usar la tecnología para apoyar la práctica profesional6 . A su vez, la Asociación de Dietistas de Australia, el año 2015, también describió cuatro dominios que debiesen implementar los nutricionistas en la profesión, siendo el primer aspecto aquel relativo al profesionalismo. Este considera como elementos centrales: demostrar una práctica profesional segura, actuar bajo marcos éticos y legales definidos, demostrar liderazgo, actuar de manera efectiva y demostrar competencias culturales7 . De la misma manera, en Nueva Zelanda el año 2017, la Junta de Dietistas de Nueva Zelanda, definió cinco estándares de competencia, siendo uno de ellos el profesionalismo definido cómo una práctica clínica segura y eficiente, actuar bajo marcos éticos definidos, considerando el contexto cultural nacional8 .
A nivel latinoamericano la Federación Latinoamericana de Nutrición Parenteral y Enteral, FELANPE, publicó el año 2012 un documento de consenso para definir las funciones y competencias del nutricionista clínico. En él se definen las competencias profesionales como aquellas que garantizan cumplir las tareas y responsabilidades de su ejercicio profesional, y que la integración de estas competencias con aquellas básicas y personales, representan los factores críticos de éxito profesional9 .
En los estándares de competencias anteriormente descritos si bien se menciona la necesidad de incluir el profesionalismo dentro de ellos, no se define de manera estandarizada lo que significa el profesionalismo en nutrición.
Recientemente y considerando lo expuesto anteriormente, Dart et al.10 generaron una definición unificada del profesionalismo para los nutricionistas, con el fin de conceptualizar el profesionalismo y enseñarlo de manera explícita en la formación de pregrado. Para esto, ellos realizaron una búsqueda sistemática de la literatura y generaron un análisis temático bajo un acercamiento inductivo e interpretativo. Como resultado de este estudio cualitativo, se conceptualizó el profesionalismo bajo cuatro aspectos esenciales. Estos son: características personales del nutricionista, comunicación interpersonal, enfoque en la práctica profesional y compromiso con el aprendizaje permanente ( Figura 1 ).
“La definición y el conocimiento de los aspectos centrales del profesionalismo en los nutricionistas, facilita un actuar responsable en la atención de personas, para generar un impacto en la salud nutricional, de esta manera se generan estándares del profesionalismo que se deben llevar a la práctica profesional”
Estándares del profesionalismo en el quehacer profesional
Características personales: Considera desarrollar la empatía como elemento central. Además, la autoconciencia e inteligencia emocional son rasgos que permiten la flexibilidad, adaptabilidad y la resiliencia. También se considera como característica personal la capacidad de adaptarse al cambio. Otras características personales fundamentales son la confiabilidad, honestidad, integridad, fiabilidad, respeto y capacidad de aceptar.
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Comunicación interpersonal: pone énfasis en las interacciones con otros nutricionistas y miembros del equipo de atención médica, así como con los usuarios y familiares o cuidadores. También destaca el papel del nutricionista como educador y consejero, teniendo la capacidad de transmitir mensajes de forma eficaz. Se puede considerar la comunicación como una habilidad única. Sin embargo, hay quienes profundizan en el concepto “competencia comunicativa” resaltando distintos aspectos11 . “Uno de ellos, por ejemplo, es la competencia en asesoramiento que se refiere al valor que los pacientes asignan sobre los nutricionistas que motivaron, recompensaron y confrontaron en términos de explorar el cambio. Esto se puede resumir en ser “centrado en el usuario” y resalta que las relaciones interpersonales de un nutricionista deben ser flexibles y adaptadas para cumplir con las necesidades de comunicación del contexto y de una población específica. La negociación y la resolución de conflictos son otros factores identificados como apoyo al profesionalismo dietético en relaciones interpersonales y comunicación.”
En este sentido, se debe reconocer al nutricionista como un comunicador y para lograr una adecuada comunicación del nutricionista se requiere de empatía, capacidad de escucha, versatilidad, asertividad, compañerismo y un adecuado estilo de comunicación11 .
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Enfoque en la práctica: considera la integración de actitudes y habilidades basadas en el conocimiento y su aplicación en un contexto laboral más amplio, siendo consciente de la diversidad de contextos laborales en los que un nutricionista puede trabajar y, por lo tanto, el enfoque a la práctica debe ser aplicado a entornos específicos.
Esto considera ser racional y razonado, ser proactivo y mostrar iniciativa y liderazgo junto con habilidades prácticas más concretas. También considera habilidades técnicas como el uso de tecnología y equipos para apoyar la práctica.
Un subtema esencial es el concepto de práctica basada en la evidencia. Algunos autores definen que un nutricionista debe conocer los alimentos y por ello ser un experto en nutrición, todo esto basado en la mejor evidencia científica disponible. Esto hace referencia a que los nutricionistas deben ser capaces de identificar la mejor información científica disponible al analizar y discutir los artículos científicos y poder tomar la mejor decisión en su práctica profesional4 .
Además, es fundamental la adhesión a los marcos éticos y legales. Cumplir con las normas organizacionales, locales y nacionales, estándares y políticas y trabajar dentro los límites personales y profesionales. Esto significa poner foco en la seguridad y eficacia de la práctica profesional. Es decir, se identifica una práctica culturalmente competente como un aspecto importante en la conceptualización del profesionalismo.
Este aspecto cobra relevancia, al existir entidades que regulen la práctica profesional en los países, tal como las asociaciones profesionales. En este sentido en Chile, existe el Colegio de Nutricionistas, quien otorga el respaldo para el quehacer profesional en base a los estatutos y código de ética que son legalizados por Colegio de Nutricionista Universitarios de Chile12 .
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Tener compromiso con el aprendizaje permanente: es esencial el compromiso con el aprendizaje permanente y el autodesarrollo. Además, desarrollar conocimientos y mejorar la competencia profesional a lo largo de la carrera profesional. Esto puede ser logrado mediante una práctica reflexiva, una constante revisión y evaluación del impacto, la eficacia y la calidad de la práctica de uno mismo y, posteriormente, tomar medidas para realizar mejoras. Es decir, se identifica la práctica reflexiva y el objetivo de ampliar, fortalecer y desarrollarse a uno mismo y el ejercicio profesional, como un aspecto fundamental del profesionalismo en nutrición. También se vincula a la generación de nuevos conocimientos, que contribuye a disminuir las brechas de conocimiento existentes y, por otra parte, el someterse a procesos de evaluación y reevaluación permanente del propio trabajo promueven un aprendizaje permanente.
“No solo es necesario el identificar los aspectos centrales del profesionalismo en los nutricionistas, sino que además se debe entender cómo debe ser su aprendizaje en su formación. Los planes curriculares de estudio de pregrado deben entregar este conocimiento con la pertinencia en metodologías, evaluaciones y actividad práctica, para asegurar la adquisición de este conocimiento y sus respectivas habilidades”
Conocimiento y adquisición de habilidades del profesionalismo en la formación del pregrado
La importancia de un actuar en base al profesionalismo, implica que, en la formación de pregrado de nutrición, se logre incorporar conocimiento y habilidades a los estudiantes, en torno al profesionalismo. Por ello, se debe analizar e incorporar objetivos docentes que permitan su enseñanza en todos los niveles del programa de estudios para lograr desarrollar habilidades y destrezas cognitivas y procedimentales del profesionalismo.
A nivel mundial, la educación de la identidad profesional está en desarrollo, pues aún está la necesidad de comprender los distintos elementos que requieren dicha educación13 . Grace et. al. demostraron que los estudiantes de nutrición que han recibido educación respecto al profesionalismo no logran reconocer todos los aspectos que este engloba, demostrando la necesidad de estructurar su enseñanza14 . En Chile, no se dispone de lineamientos que ayuden a una enseñanza formal del profesionalismo. La enseñanza del profesionalismo requiere el conocimiento y práctica permanente de los cuatro pilares que lo componen en el plan de estudio de nutrición, ello requiere una constante revisión de estrategias de enseñanza que faciliten la adquisición de conocimiento y habilidades del profesionalismo.
Para la planificación de la enseñanza del profesionalismo en el plan de estudios de nutrición, se deben considerar lo siguiente:
Utilizar metodologías teóricas y prácticas de las aptitudes y habilidades necesarias para el desarrollo del profesionalismo.
Aplicar metodologías de enseñanza del profesionalismo a lo largo de todo el plan curricular, con actividades dirigidas a la búsqueda y generación de conocimiento.
La exigencia y complejidad a las metodologías de enseñanza deben ir acorde al conocimiento y habilidades adquiridas para cada nivel, para favorecer la integración del conocimiento15 .
Comprender la relevancia de la actualización constante del conocimiento y basar la práctica profesional en la evidencia científica disponible16 .
Finalmente, basado en el análisis de Dart et al.10 , los autores de este ensayo elaboraron una tabla que orienta al logro de los aprendizajes terminales en la formación de pregrado de los nutricionistas, para implementar los 4 atributos o aspectos del profesionalismo ( Tabla 1 ). Es necesario considerar las características de las metodologías de enseñanza de cada aspecto del profesionalismo, para facilitar su enseñanza en el pregrado de Nutrición y Dietética, así como la incorporación de objetivos debe ser en base a una progresión en complejidad en la enseñanza de profesionalismo en el pregrado.
Ámbito de acción del profesionalismo | Resultados de aprendizaje terminales * | Características de metodologías de enseñanza |
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Características personales | Demostrar una actitud empática con la comunidad académica, usuarios y sus familiares y el equipo de salud, siendo flexible frente a las necesidades del entorno. | La dimensión teórica requiere de la enseñanza formal y estructurada de aquellos aspectos esenciales, mientras que la práctica requiere de la evaluación de los atributos en todas las instancias prácticas de la malla curricular. |
Comunicación interpersonal | Demostrar habilidades de comunicación efectiva con la comunidad académica, usuarios y sus familiares y con los equipos de trabajo interdisciplinarios, adaptándose a los distintos contextos con el objetivo de preservar la salud de las personas y/o comunidades. | Incorporar técnicas educativas que favorezcan habilidades comunicacionales, como el trabajo en equipo junto con actividades teórico-práctico, considerando experiencias simuladas previo a la práctica real con pacientes19 . Potenciar actividades interdisciplinarias con carreras afines. |
Enfoque en la práctica | Integrar conocimientos, habilidades, con énfasis en la evidencia científica para la toma decisiones los distintos ámbitos de acción de la labor, considerando los marcos éticos y legales. | Enseñanza de los marcos legislativos que rigen cada lugar junto con los principios éticos de la profesión de manera teórica y práctica, orientada a situaciones de la vida real que se pueden presentar en los distintos escenarios de la práctica profesional. Se debe integrar el conocimiento con la resolución de problemas (aprendizaje basado en casos, realización de proyectos de intervención, simulación de pacientes, etc.)20 |
Compromiso de aprendizaje permanente. | Realizar una práctica nutricional reflexiva que oriente a una constante mejora del conocimiento. | Comprender la relevancia de la actualización constante, basada en la evidencia científica16 , y fomentar la autoevaluación y corrección del propio aprendizaje, con el fin de garantizar una óptima atención nutricional3 a través de discusión de casos simulados o reales actividades de investigación, revisiones bibliográficas y/o resolución de casos basados en literatura científica. |
*Resultados de aprendizaje terminales se refiere al aprendizaje que se adquiere luego de cursar 5 años de estudio de nutrición.
La relevancia de la secuencia de enseñanza con metodologías pertinentes a los contenidos, con énfasis en las características personales de los estudiantes para potenciar el profesionalismo, contribuye a estar en permanente reflexión con respecto a la integridad académica. La integridad académica, engloba aspectos fundamentales y transversales del profesionalismo, está íntimamente ligado con los atributos personales del nutricionista. Según el Centro Internacional para la Integridad Académica, esta se define como un compromiso con cinco valores: honestidad, confianza, equidad, respeto y responsabilidad17 , los cuales deben ser incorporados en la vida académica universitaria diariamente. Las carreras de las ciencias de la salud, ya sea en su formación o vida laboral, están en permanente contacto con las personas y ello implica desempeñar un rol de modelaje en la sociedad. Los nutricionistas, al ser profesionales de la salud, deben tener altos estándares cognitivos y éticos, para que su ejercicio profesional sea seguro, confiable y logre un impacto en la salud de la población, todo esto basado en la integridad académica desarrollada y demostrada durante su vida universitaria, pues se ha visto que quien actúa de manera íntegra durante su formación de pregrado, también lo será durante su práctica profesional, no así quienes actúan con falta de integridad académica18 .
CONCLUSIONES
Hace más de treinta años se han publicado artículos referentes a la estandarización de la práctica profesional de los nutricionistas que dan una noción general del concepto del profesionalismo. Sin embargo, no es hasta los últimos diez años que se ha considerado al profesionalismo como parte del actuar del nutricionista. Gracias a un análisis temático bajo un acercamiento inductivo e interpretativo se conceptualizó el profesionalismo bajo cuatro aspectos esenciales. Si bien se han descrito de manera general los cuatro aspectos centrales del profesionalismo por distintos autores y entidades, estos deben ser desarrollados en mayor profundidad para ser aplicados por los nutricionistas. Esto es relevante, ya que el profesionalismo rige el actuar del nutricionista en los distintos ámbitos laborales y es fundamental para generar una atención nutricional que garantice el logro de los objetivos propuestos para cada usuario. Por ello, poder sistematizar su aprendizaje durante la formación de pregrado, definiendo objetivos claros y específicos acordes a los distintos niveles de conocimiento es importante para que los estudiantes adquieren gradualmente el conocimiento y habilidades del profesionalismo y así establecer una enseñanza formal en los estudiantes de pregrado que facilite su aplicación en la vida profesional.