Fui Testigo

Autores/as

  • Carlos Coscollar Santaliestra Centro de salud San Pablo (Zaragoza)

DOI:

https://doi.org/10.30860/0045

Palabras clave:

paliativos, paciente terminal, médico de familia

Resumen

Durante el ejercicio profesional de cualquier médico, acompañar al paciente en situación terminal es una experiencia inevitablemente frecuente. Suele expresarse el deseo de que este tiempo transcurra en el domicilio y cerca de los recuerdos y personas queridas. Es una forma más humana de vivir y compartir momentos cargados de profunda emoción que constituyen, en muchos casos, el colofón que marcará el recuerdo de quienes le sobreviven. No hay experiencia repetida, porque la vida que concluye y el contexto en que se produce el final, distingue a cada paciente y su modo de vivirlo. Para el médico constituye un reto profesional y, a la vez, una intensa experiencia personal. El cuidado en el domicilio de particularidades que requieren adaptar los cuidados. El caso de Félix es el relato de una experiencia real, con alguna modificación que aconseja la prudencia. Y un ejemplo más de la necesidad de reconocernos en la tarea fundamental de cuidar, acompañar y consolar, en un contexto que demanda complicidad y disponibilidad. Se trata, finalmente, de una de las tareas  cargadas de mayor significado, que llena de contenido la voluntad de ser médico, especialmente, médico de familia. Un auténtico privilegio.

Biografía del autor/a

Carlos Coscollar Santaliestra, Centro de salud San Pablo (Zaragoza)

Especialista en Medicina Familiar
Centro de salud San Pablo (Zaragoza)

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Publicado

2019-05-02

Cómo citar

Coscollar Santaliestra, C. (2019). Fui Testigo. Folia Humanística, (10), 77–87. https://doi.org/10.30860/0045