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  • Juan Bautista Alberdi y sus incursiones en la literatura dramática
  • Mónica Botta

Como "letrado de acción," el pensador, ensayista y jurista Juan Bautista Alberdi (1810-1884), se dedicó de lleno a revivir los ideales de la Revolución de Mayo de 1810 y a bregar por la acción revolucionaria en la naciente República Argentina.1 Desde su exilio en Chile y en la entonces República de la Banda Oriental aunó esfuerzos junto con otros proscriptos unitarios para derrocar a Juan Manuel de Rosas, gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 1829 -1832 y encargado de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina con la suma del poder público entre 1835-1852.2 En el marco de este esfuerzo por instaurar un cambio político e institucional en la formación del Estado rioplatense, Alberdi escribe sus dos piezas dramáticas, La Revolución de Mayo: crónica dramática en cuatro actos (1841) y El Gigante Amapolas y sus formidables enemigos o sea fastos dramáticos de una guerra memorable (1841/1842).3 El presente estudio examina las notas literarias de Alberdi con el propósito de analizar su obra dramática, El Gigante Amapolas y sus formidables enemigos o sea fastos dramáticos de una guerra memorable (1841) a la luz de su horizonte de creación y, en concreto, como una expresión de su programa estético y sus ideales políticos.

El Gigante Amapolas no tuvo una representación teatral durante el siglo XIX, según documenta Willis Knapp Jones en su estudio Behind Spanish American Footlights. Su primera puesta en escena apareció recién en 1945 bajo la dirección de Aurelio Ferrettis, en el Teatro Libre Tinglado de Buenos Aires (92). En 1984 se presentó de nuevo en el Teatro Nacional San Martín con una puesta de Lorenzo Quinteros.4 Por su parte, en el campo teatral, en los últimos [End Page 65] treinta años esta obra viene despertando el interés de la crítica por tratarse de una pieza en la que, según ciertos estudios a los que vamos aludir a continuación, se anticipan procedimientos teatrales que son más afines al repertorio teatral europeo y latinoamericano del siglo XX. Por ejemplo, a diferencia de las monografías tempranas de Aldo Cocca, El teatro de Juan Bautista Alberdi, y de Emilio Carilla, "Alberdi autor dramático," los trabajos críticos más recientes tales como "Something Old, Something New: El Gigante Amapolas" de Andrea Labinger; "Alberdi, Usigli, and the Farce of Tyranny" de George Schanzer y "Anticipación del grotesco en El Gigante Amapolas de J.B. Alberdi" de Nora Parola-Leconte, examinan el texto espectacular y valoran el aspecto dramático de esta obra. En términos generales, estas lecturas trazan correspondencias entre la pieza de Alberdi y el teatro de Jarry y, a su vez, entre corrientes estéticas que emergieron durante el siglo pasado, tales como el teatro del absurdo y el grotesco criollo argentino.

A diferencia de estos acercamientos críticos, lo que aquí se procura es volcar la mirada hacia la época de producción de la pieza dramática de Alberdi, ya que el análisis de sus escritos literarios nos orientan hacia la configuración de El Gigante Amapolas en relación a su programa político. Por otra parte, también nos ocuparemos de analizar los rasgos compositivos de la pieza con el fin de indagar la dificultad que presenta el texto dramático cuando se lo intenta enmarcar dentro de una tradición literaria.

Si bien la obra no se llevó a escena en vida del autor, es interesante apuntar que apareció comentada, hasta nuestro conocimiento, en dos ocasiones, una por el general Tomás Iriarte y otra por Esteban Echeverría. De todos modos, cabe recordar que en la época, como lo apuntó Raúl Castagnino en su historia del teatro en Buenos Aires, no existía una crítica teatral sistemática. En su lugar se escribían comunicados, remitidos y correspondencias sobre asuntos de teatro (El teatro en Buenos Aires 551). Por lo tanto, no ha de...

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