Abstract

The urban South has been significantly transformed over the last few decades by a rapid increase in racial and ethnic diversity. This research investigates the impacts that increased diversity has had on the levels of residential segregation among racial and/or ethnic groups across the urban core of Atlanta, Georgia from 1990 to 2010. Empirical analysis entailed the measurement of two dimensions of segregation evident among Non-Hispanic whites, African-Americans, Hispanics, and Asians. Measures of residential segregation were decomposed in order to investigate the relative impacts of region-wide compositional change and intra-urban redistributive change on segregation among the four groups. During the two decades, Atlanta exhibited very modest forms of integration, yet in certain contexts the region actually became more segregated residentially. Results suggest that Non-Hispanic whites, Asians, and Hispanics exhibited some degree of “ethnic (or racial) self-selectivity” that functioned to concentrate these groups residentially, although these forces were partially offset by other forces operating at both the neighborhood and metropolitan scales. The evidence further suggests that the residential experiences among minorities were strongly impacted by the redistributive behavior of whites. Findings lead to the conclusion that Atlanta remains a highly segregated, albeit increasingly diverse, urban region.

Abstract

Los paisajes residenciales a través del sur urbano han sido significativamente alterados en los últimos años por la creciente diversidad racial y étnica evidente en toda la región. Atlanta, Georgia representa una región urbana que recientemente ha sido identificada como una nueva puerta de entrada de inmigrantes, al haberse convertido en el hogar de una amplia gama de comunidades étnicas atraída al crecimiento y la diversificación del mercado de trabajo de esta área. Este estudio investiga el impacto que el incremento de diversidad ha tenido en los niveles de segregación residencial entre grupos raciales y/o étnicos en el núcleo de la región de Atlanta desde 1990 a 2010. El análisis empírico incluyó la medida de dos dimensiones de segregación evidente entre los blancos no hispanos, los afroamericanos, los hispanos y los asiáticos. Las medidas de segregación residencial se separaron para investigar los impactos relativos del cambio de composición en toda la región y del cambio redistributivo intra-urbano sobre la segregación entre los cuatro grupos. Durante las dos décadas, Atlanta exhibió muy modestas formas de integración residencial, sin embargo, en algunos contextos la región realmente se volvió más segregada en áreas residenciales. Los resultados sugieren que los blancos no hispanos, los asiáticos y los hispanos exhibieron cierto grado de auto-selectividad étnica (o racial) que sirvió para concentrar estos grupos en áreas residenciales, aunque estas fuerzas fueron parcialmente anuladas por otras que operaban a escala metropolitana y de vecindad. La evidencia además sugiere que las experiencias residenciales entre las minorías se vieron fuertemente impactadas por el comportamiento redistributivo de los blancos. Los resultados llevan a la conclusión de que Atlanta continua siendo una región urbana altamente segregada, aunque cada vez más diversa.

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