Abstract

Cómo nos duele equivocarnos! Los seres humanos generalmente rehuimos aquellas situaciones en las que tememos perder el control y la posibilidad de cometer un error dispara nuestras alarmas. Comunicar al paciente el diagnóstico, pronósticoy tratamiento de su problema de salud son partes nucleares del acto clínico. La comunicación también está sujeta a posibilidades de error: diversas conductas comunicativas pueden desencadenar resultados muy diferentes y utilizar aquella queresulte menos eficaz para las necesidades del paciente puedeconsiderarse un error.

© 2012 Galicia Clínica.

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